Analizamos los AirPods: Un tremendo salto hacia el futuro con la calidad de sonido del presente
No ha sido nada fácil, pero afortunadamente pude conseguir a finales de la pasada semana el último producto de Apple del que todo el mundo habla: los AirPods. Para lograr hacerme con unos conté con la ayuda de IsInStock junto a IFTTT, configurándolo todo para que me llegase una notificación en el iPhone en cuanto hubiese stock, tal y como os expliqué hace unos días.
Sin embargo, eso no fue suficiente ya que el stock de AirPods en la Apple Store más cercana duró 30 minutos. Para conseguir unos tienes que ser el más rápido de la ciudad, si te despistas… adiós muy buenas, y eso es lo que me pasó. Afortunadamente un amigo que había ido a la Apple Store a por los suyos pudo conseguir otros para mi, y gracias a él puedo escribir hoy este análisis para vosotros.
Pero vamos a lo importante… ¿Merecen la pena los AirPods? ¿No se caen de la oreja? ¿Qué tal suenan? Son muchas las preguntas que suelen hacerse todos aquellos que aún no los han probado y vamos a tratar de responderlas a continuación.
Empecemos con la presentación, impecable como suele ser habitual en cualquier producto de Apple. Los AirPods vienen en una pequeña caja blanca de superficie cuadrada, en la que al abrirla encontraremos únicamente la típica documentación que nadie lee, con algunas instrucciones de funcionamiento, un cable Lightning escondido en el fondo de la caja y el estuche de los AirPods con ambos auriculares en su interior. Tanto la caja como cada uno de los auriculares vinieron con un 60 por ciento de carga para proteger la batería, un porcentaje que será algo menor según el tiempo que pasen en el almacén hasta su venta.
Lo primero que llamó mi atención de los AirPods tras abrir la caja es el peso del estuche. Todos hemos escuchado algunos comentarios bromeando sobre la similitud del estuche de los AirPods con una cajita de seda dental, y es quizás por ello que mi cerebro había asimilado que el peso sería también similar, pero no. El estuche de los AirPods pesa algo más, tampoco mucho, pero no es tan ligero.
Una vez superado este primer «shock» tocaba emparejarlos con el iPhone y aquí es cuando dices la tantas veces repetida frase: «Apple lo ha vuelto a hacer«. Con el iPhone desbloqueado simplemente abres el estuche de los AirPods y en la pantalla del iPhone te aparecerá un aviso de que ha detectado unos nuevos AirPods, pulsas en «conectar» y desde ese mismo momento esos AirPods pasan a ser los AirPods de Javier -aplíquese aquí el nombre de cada nuevo propietario-. Así de sencillo, no tienes que entrar en los ajustes del Bluetooth del iPhone como con otros auriculares ni nada parecido.
AirPods emparejados al iPhone en 3 segundos, toca probar qué tal se ajustan a las orejas. Este es sin duda el mayor temor de muchos potenciales compradores. Lo primero decir que los EarPods no los usaba porque el auricular de la oreja derecha se me caía continuamente y resultaba desesperante. Pero esto es algo que suele ocurrir por culpa del propio cable y como los AirPods no tienen, el problema desaparece. No, los AirPods no se caen de la oreja. Por supuesto esto es algo que dependerá de la oreja de cada uno, pero por lo general esto no debería suponer un problema y el hecho de que alguno de los auriculares de los EarPods se te caigan no implica que te vaya a ocurrir lo mismo con los AirPods.
Eso sí, aunque no se caen, la primera sensación cuando te los pones es muy extraña porque piensas que se te van a caer en cualquier momento, pero no. Según los vas usando, durante las primeras horas vas ganando confianza hasta que deja de ser un problema y te olvidas por completo. De hecho, los AirPods son tan cómodos que puedes llevarlos todo el día y ni te das cuenta. He comido con ellos, he hecho deporte, he salido a la calle… no se caen nunca. De hecho creo que el próximo paso solo puede ser un implante en el oído interno como en la serie «Viajeros» de Netflix, porque llevar los AirPods todo el día no puede ser más cómodo.
Lo sencillo que es emparejarlos al iPhone y la comodidad de uso son, sin duda, dos de los puntos fuertes de los AirPods, pero el rendimiento de la batería es ya sencillamente impresionante. Parece mentira que Apple haya sido capaz de lograr 5 horas de autonomía en unos auriculares tan pequeños. El chip W1 debe hacer maravillas para que la pequeña batería de tan solo 93 miliwatios hora que incluye cada auricular ofrezca 5 horas de autonomía a volumen bastante alto. Porque esas 5 horas de autonomía prometida efectivamente se cumplen. De hecho, esta buena autonomía me permite salir algunos días de casa con los AirPods en las orejas y dejarme el estuche en casa para que la comodidad ya sea extrema.
Para hacernos una idea de lo que ha logrado Apple con los AirPods en lo que a la autonomía de la batería se refiere solo tenemos que echar un vistazo a su inmediato rival. Samsung puso hace meses a la venta sus auriculares Gear IconX con la intención de adelantarse al, por entonces rumoreado, lanzamiento de los AirPods. Si nos fijamos en sus especificaciones estos auriculares de Samsung ofrecen menos de la tercera parte de autonomía al reproducir música desde un Samsung Galaxy, tan solo 1.5 horas frente a las 5 horas de los AirPods.
Pero la batería de los AirPods no destaca solo por su buena autonomía, es espectacular lo rápido que se carga cada auricular cada vez que los metemos en el estuche. En un par de minutos escasos la carga de la batería de cada AirPod se incrementa ya en un 20 por ciento. Es todo tan rápido que más que un porcentaje de carga de batería parece un porcentaje de descarga de una actualización de iOS.
Esta rapidez de carga de los AirPods y el hecho de que el estuche nos ofrezca unas cinco cargas adicionales hace prácticamente imposible que nos quedemos tirados sin batería, siempre y cuando nos acordemos de cargar el estuche cuando toca.
Pero ¿qué tal suenan?
Hasta el momento, en esta review todo han sido elogios y creo que merecidos para los AirPods. Por todo lo que hemos comentado hasta ahora los AirPods nos parecen un paso tremendo hacia el futuro marcando de nuevo el camino a sus competidores. Sin embargo, no todo en los AirPods es mágico y revolucionario, la calidad de sonido es la de siempre -aunque algo mejor que la de los EarPods-.
Que nadie me malinterprete, los AirPods no suenan mal. Sin embargo su calidad de sonido no deslumbra como lo hace la sencillez de su emparejamiento, su comodidad o la batería. En cualquier caso, es importante tener en cuenta que la calidad de sonido que obtengamos va a depender de dos factores: el «diseño» de nuestro conducto auditivo y el tipo de música que acostumbremos a escuchar.
Respecto al primer punto, me he dado cuenta de que para que los bajos sean un poco más contundentes es importante que los AirPods estén bien ajustados, que se «incrusten» lo mejor posible en el conducto auditivo. De hecho la calidad de sonido mejora en mi caso empujando un poco la parte inferior de la oreja hacia adelante. No sería raro de que en poco tiempo aparezcan algunas fundas de terceros -para los EarPods ya existen- que nos permita convertir los AirPods en unos auriculares in-ear, mejorando así la reproducción de las frecuencias más bajas.
En cuanto al segundo punto, lo cierto es que si escuchamos música melódica, clásica, jazz, éxitos de los 60 o 70, los AirPods suenan bastante bien. La cosa se complica, sin embargo, cuando se trata de música que abusa de los bajos, algo bastante habitual en la mayoría de canciones que podemos encontrar en las listas de éxitos actuales en Apple Music o Spotify; y esto es un problema porque la mayoría de los usuarios de los AirPods seguramente escucharán este tipo de música.
Una solución es emplear el ecualizador para intentar potenciar los bajos, pero hay que ser muy cuidadosos porque si nos pasamos un poco los AirPods empezaran a distorsionar en algunos momentos. El margen de mejora que tenemos no es mucho porque la capacidad de los AirPods para reproducir las frecuencias más bajas está prácticamente al límite. Estaría bien que Apple se centrase fundamentalmente en mejorar la calidad del sonido en una próxima generación de los AirPods, o incluso que ofreciese la posibilidad de pagar un poco más por unos «AirPods Pro» para los más sibaritas.
Usar los AirPods para realizar llamadas
Los AirPods no solo permiten escuchar música o podcast, cada auricular incluye también micrófono por lo que es posible usarlos de manos libres, tanto si llevamos puestos los dos auriculares como si solo nos ponemos uno. La calidad de sonido es realmente buena y aquel que esté al otro lado de la línea nos escuchará perfectamente incluso en ambientes con ruido.
Me ha gustado especialmente la combinación de los AirPods con el Apple Watch. Si llevamos los AirPods puestos y recibimos una llamada podemos mirar quién nos está llamando en la pantalla del reloj. En el botón verde para descolgar veremos que ahora aparece el icono de unos AirPods, indicando que la llamada la atenderemos con los AirPods en vez de con el propio Apple Watch. Si somos nosotros los que realizamos una llamada lo mismo. Al iniciar la llamada desde el Apple Watch veremos que en la pantalla aparece el mensaje «Transferida», indicándonos así que escucharemos al receptor de la llamada por los auriculares.
De este modo, es posible ir con el iPhone en el bolsillo y no tener que sacarlo nunca para recibir o realizar llamadas. Con el Apple Watch y los AirPods lo gestionamos todo, teniendo así siempre las manos libres para otras tareas. Por supuesto también podemos responder a una llamada simplemente dando dos golpecitos en un auricular y realizar llamadas con la ayuda de Siri, pero me parece mucho más práctico hacerlo desde el Apple Watch.
Siri y el Apple TV
No quiero extenderme mucho más para que este análisis no sea demasiado largo, pero sí quiero comentar un par de puntos más que me parecen interesantes.
El primero de ellos es el uso de Siri desde los AirPods. Los AirPods incorporan acelerómetros, de modo que al dar un par de toques detectan ese movimiento brusco y activan Siri o responden a una llamada entrante. Ese comportamiento, sin embargo, puede cambiarse en los ajustes del Bluetooth para que con esa doble pulsación se pause/reanude la reproducción, o simplemente desactivarla y que no haga nada. Por defecto la doble pulsación activa Siri y Apple sugiere que de ese modo podemos subir y bajar el volumen, cambiar de canción… etc. En mi caso al segundo día lo cambié para que permita pausar/reanudar la reproducción.
Emplear Siri para algo tan simple como subir o bajar el volumen es desesperante, no solo porque es algo que te lleva fácilmente 10 o 15 segundos, sino porque para ello se corta la reproducción de lo que estés escuchando. Si tienes un Apple Watch es sencillamente mucho más cómodo y si no pues sacas el iPhone del bolsillo y puedes controlar la reproducción desde la pantalla de bloqueo. Uso bastante Siri pero definitivamente prefiero hacerlo cuando estoy usando los AirPods en el Apple Watch sin que se corte la música y leyendo la respuesta en la pantalla del reloj.
El otro punto que quiero comentar es el uso con el Apple TV. Una vez emparejamos los AirPods con el iPhone estos quedan también emparejados automáticamente con cualquier iPad o Mac en el que empleemos la misma cuenta de iCloud y también con el Apple Watch. Lamentablemente esto no ocurre con el Apple TV, algo que suponemos que Apple corregirá con una próxima actualización. Mientras eso ocurre es posible emparejar los AirPods con el Apple TV, pero hay que hacerlo manualmente con lo que se pierde parte de la magia.
Una vez emparejados y cuando seleccionemos los AirPods para la reproducción del sonido, al pulsar el botón de volumen en el Siri Remote ya no se modificará el volumen de nuestro televisor o del amplificador de sonido, sino el de los AirPods, mostrándose un indicador en la parte superior derecha de la pantalla del televisor.
¿Sirven los AirPods para ver contenidos de vídeo con el Apple TV sin molestar a los que están alrededor?
Esta es la pregunta que muchos se estarán haciendo y la respuesta es un Sí rotundo. Sorprendentemente al ver cualquier vídeo o película, al contrario de lo que ocurre con otros auriculares Bluetooth, el lag es prácticamente inexistente. Es decir, el sonido llega prácticamente a la vez y sincronizado con el movimiento de los labios de la persona que aparece en la pantalla. Lógicamente algo de lag tiene que haber, pero es sorprendente comprobar que es prácticamente inapreciable. Así que sí, puedes disfrutar tranquilamente de una película en Netflix sin tener que sufrir el temido lag.
Pero entonces, ¿me compro los AirPods o no?
Mi recomendación es que si tienes 180 euros para gastar y tienes otros buenos auriculares te los compres. La calidad de sonido es bastante buena aunque no impresionan, pero son tremendamente cómodos para echarlos al bolsillo sin que ocupen casi nada y para llevarlos puestos prácticamente todo el día. Sin embargo, si tienes 180 euros para gastarte en los que serán tus únicos auriculares, invierte mejor ese dinero en una mejor calidad de sonido, aunque sean mucho más incómodos y no deslumbren tanto como los AirPods.
2 comentarios
Pues yo los vendi x 260€ y me los volví a comprar.
Buen negocio Jimmy. Si alguien me ofreciese 260 euros yo también los vendería, no me importaría entonces esperar a que vuelva a haber stock 🙂