Cómo sacar el máximo partido a los descuentos de educación de Apple

Cómo sacar el máximo partido a los descuentos de educación de Apple

Escrito por: Chus Vilallonga   @ChusVilallonga    24 julio 2015    4 minutos

Si interpretamos literalmente la frase «descuento de educación» es probable que caigamos en el error de pensar en un segmento de edad y unas condiciones que en realidad sólo son una pequeña parte de todo aquel que puede beneficiarse del descuento de educación.

Lo cierto es que detrás de estos descuentos hay un amplio abanico de posibilidades donde prácticamente cualquiera puede beneficiarse de esta promoción.

De entrada, hay que tener en cuenta que el descuento de educación está en vigor todo el año, y a menudo este descuento es acumulable a otras ofertas. El descuento de educación de la Apple Store Online puede diferir de las Apple Store físicas, que son las que tienen más margen de maniobra, y a su vez, diferir de los Apple Premium Reseller o distribuidores autorizados de la marca. Las grandes superfícies comerciales NO son distribuidores oficiales, sino retailers. Para saber si una tienda es un distribuidor autorizado, basta con buscar si en el cartel, merchadising, bolsas o publicidad incluye el logo de Apple y/o la frase Premium reseller. Es importante tener en cuenta este detalle, porque de solicitar el descuento de educación en un retailer, que no distribuidor, no podrán aplicarlo en el importe final.

El descuento de educación suele rondar el 6% para estudiantes, y el 8% para profesores, y sólo se aplica a ordenadores, sean de sobremesa o portátiles. A excepción de casos muy puntuales, nunca se puede aplicar a otros productos de la marca. Si oís «cantos» de sirena sobre centros docentes que consiguen descuentos de educación en, por ejemplo, iPads, en realidad suele ser un descuento en base a un baremo escalonado por el número de unidades adquiridas, aunque se maquille como descuento de educación. Sin embargo, este tipo de operaciones las realiza directamente Apple, sin siquiera pasar por una tienda física, así que poca importancia tiene en este caso.

Lo que sí tiene importancia es lo que entiende Apple por profesor o estudiante. Cuenta la leyenda que Apple se hartó de que papás con cochecito de bebés se beneficiaran de un descuento de educación cuando el estudiante en cuestión era un lactante. Desde entonces, el requisito que se pide es que el estudiante sea mayor de edad y que en el momento de la compra esté cursando estudios. Basta con un carnet de la universidad o similar por ejemplo, o una fotocopia de la matrícula si se está fuera del periodo lectivo, como en verano. Lo mismo para el caso de los profesores. La última nómina, carnet o similar, sirve para aplicar el descuento de educación. Y la clave de todo es que el titular de la factura de compra debe ser el estudiante o profesor para poder aplicar el descuento.

Dicho de otro modo, da igual si el día de mañana en un servicio técnico oficial os piden la factura de vuestro ordenador para comprobar si está dentro del periodo de garantía, y ésta no va a vuestro nombre, porque si el titular de la factura fuera un impedimento, habría muchos problemas para tramitar reparaciones de los ordenadores de empresa. Dicho de otro modo, nada más sencillo que poner la factura a nombre de un profesor o estudiante debidamente certificado, aunque ese titular no sea el propietario / usuario real del ordenador.

Mientras el estudiante pueda certificar que está estudiando, no importa la edad que tenga, ni donde estudie, ni qué esté cursando. Lo mismo para los profesores, siempre que sean profesores reglados, e idem para las empresas; si están registradas como centros docentes o ejercen actividades docentes y/o pueden certificarlo, pueden beneficiarse del descuento de educación. Desde escuelas de tenis hasta academias de idiomas, pasando por escuelas de adultos o profesores de danza pueden incluirse dentro de los beneficiaros de estos descuentos.

En este artículo no hay nada ilegal, ni fraudulento, ni turbulento a nivel de facturación. Pasa que hay que tener en cuenta que cada descuento de educación supone un porcentaje que deja de ingresar Apple, y que a menudo dejan de ingresar los vendedores finales, que trabajan a comisión por venta. A mayor descuento, menor comisión.

Probablemente llegados a este punto no sois pocos los que pensáis «me saldría más a cuenta sacar el Mac a nombre de [poned aquí quien corresponda] que a mi nombre«. Pues bueno… De eso se trata ;).

Imagen | Technapex

Reportajes