iPod touch, el Antonio Salieri de los productos con iOS
Antonio Salieri fue un talentoso compositor de música sacra, clásica y ópera de la corte de Viena, que la historia lo ha tildado de acérrimo enemigo y plagiador de Mozart, hasta el punto de que hay quien sostiene que tuvo una relación directa con la muerte del mundialmente famoso compositor. El iPod touch, al igual que Salieri, tenía suficientes tablas como para triunfar por méritos propios. Pero la corte (Apple) prestó mucha más atención a Mozart (iPhone) y el público / usuario bailaba al son de lo que marcaba la batuta protegida por el emperador (Steve Jobs).
Al margen de si Salieri tuvo o no algo que ver con la muerte de Mozart, y ante la evidencia de que el iPod no matará al iPhone, lo cierto es que el iPod touch está terminando como Salieri: Abandonado, despreciado y relegado a un plano cuando hace muy poco tenía las mismas oportunidades que el teléfono de Apple. Ya nadie se acuerda del iPod touch.
La primera vez que tuve en la mano una de las correas de recambio del actual modelo del iPod de gama alta, y ya sabiendo que una de estas correas viene incluida en cada reproductor, entendí que a Apple se le estaban acabando las ideas para mantener a flote un producto que ya desde el lanzamiento del iPhone estaba condenado al fracaso, cuidado, entendiendo como fracaso unas cifras de venta que ya quisiera cualquier empresa competencia de Apple. Pero sea como fuere, el iPod touch se presentó casi a la par que el iPhone. Y algunos lo calificamos de «el iPhone sin teléfono».
Apple jamás dijo que todo lo que puedes hacer con el iPhone lo puedes hacer también con el iPod touch, pero en la mayoría de los casos era así. Se dio por sentado que había alguna manera de hacer lo propio que con el iPhone, y aunque de formas muy rudimentarias, si se podían mantener pseudo-conversaciones telefónicas por llamarlo de algún modo. Eran los primeros pasos del jailbreak que casi todo lo podía. Y para más inri, el aparato se supo mantener en medio de un halo que mezclaba misterio y fascinación, como el iPhone. De hecho, en la primera edición de Sonimag desde el anuncio del iPhone y su puesta a la venta en Estados Unidos -pero NO en España- y el anuncio y lanzamiento del iPod touch, en el stand de Apple en la feria, no había ningún iPod touch de exposición por motivos que nunca trascendieron. Y esto, provocó dos cosas: Una, que todo el mundo preguntara por él, y dos, que los iPod touch que tenían algunos (pocos) usuarios y visitantes fueran el blanco de todas las miradas y corrillos.
Poco a poco empezaron a verse dedos tocando pantallas en los metros y en las calles, y claro, si estos usuarios llevaban un cable blanco colgando de los oídos era fácil saber qué estaban toqueteando. La App Store iba creciendo y cada vez más había más motivos para hacerse con un iPod touch si la economía no permitía hacerse con un iPhone. La prensa especializada en videojuegos empezó a hablar del iPod touch como alguien que se comería a consolas portátiles antaño en auge. En las keynotes se destinaban espacios a desarrolladoras que jugaban sobre el escenario con los iPod touch y se vaticinó un nuevo mercado y la vuelta de Apple al mundo de los videojuegos después de su malograda consola Pippin.
Pero se sumaron unos cuantos factores que hirieron gravemente al iPod. De entrada, el terminal empezó a proliferar gracias a que era cada vez más asequible, no por el precio, sino por las formas de pagarlo junto a la tarifa de voz y datos mensual. El mercado negro crecía a la vez que cada vez más empresas hacían malabares para traer terminales baratos a España. El tráfico de iPhones hacia España desde Andorra, paraíso europeo de la tecnología justo aquí al lado también ayudo. Las actualizaciones gratuitas para el iPhone eran de pago para el iPod touch, y las diferencias entre ambos aparatos eran ya destacables, sobretodo en términos de potencia.
El anuncio y lanzamiento del iPad fue una estocada mortal para el iPod touch. Hasta entonces la prensa especializada usábamos la coletilla «para iPhone y iPod touch». Empezamos a usar «para iPhone e iPad» y sin mencionar al iPod touch cuando seguía – y sigue- ahí. Las presentaciones de resultados financieros dejaron de usar porcentajes de ventas del iPod para pasar rápidamente al «hemos vendido menos que en el periodo anterior», y el lanzamiento de nuevas unidades con más prestaciones -y capacidades de almacenamiento- no ayudaba, porque el precio también se incrementaba, acortando distancias con el iPhone y casi igualando el precio con el iPad. (En el momento de escribir estas líneas el precio de un iPod touch con 32GB supera el de un iPad mini básico).
Los últimos intentos para reflotar el iPod touch han sido básicamente tres. Uno, los consabidos colores a escoger. Dos, lanzar un modelo de menor precio – y menos prestaciones- y tres, añadirle una chincheta para poder unirle una correa para la muñeca, en lo que parece un guiño a los más jóvenes de la casa, cuyos padres entran en pánico no sólo por el precio del iPhone, sino por las sorpresas en las facturas mensuales. Efectivamente, hay un par de épocas en España en que parece que el iPod touch reflota: En primavera, cuando abundan las comuniones, y en navidad. Pero solo lo parece, porque un par de semanas buenas de ventas del iPod touch al año no solucionan un ejercicio de pérdida de beneficios.
Si se cumple la máxima de cuanto más compres de esto más barata te cuesta la unidad, el único motivo por mantener vivo el iPod touch es por la memoria de almacenamiento que lleva, ya que está compartida con otros productos Apple. A esto se le suma la pantalla multi-touch, pantalla que comparte con el iPhone 5C y el iPhone 5S. Veremos que ocurre cuando Apple retire del mercado dichos terminales.
Puede que la desaparición del iPod touch esté más cerca de lo que parece, incluso de toda la familia, y puede que Apple le esté preparando un retiro rápido y silencioso mientras los focos se centran en la novedad del momento. Cuando eso ocurra, muchos le llorarán cuando ya lo tiene olvidado en favor de otros productos. Pero eso no quita que, aún y teniendo un arranque increíblemente bueno y unos primeros pasos en el mercado estupendos, entre todos y golpe a golpe, se ha relegado al iPod touch a un terreno que no se merece, y los últimos movimientos de Apple tampoco han favorecido a que esto cambie. De hecho, ya ni siquiera se mencionan las ventas del dispositivo en los resultados del último ejercicio fiscal de la compañía.
Como otras tantas cosas, no me sorprendería que el iPod fuera alabado cuando ya no esté entre nosotros. Al tiempo…