Opinión: La lenta muerte del iPad
Todavía recuerdo aquel día en el que Steve Jobs presentó el primer iPad, al acabar la Keynote muchos no paraban de repetir que no era más que un iPhone en grande. Sin embargo, aunque en el fondo tengo que reconocer que algo de razón sí que tenían, en ese mismo momento decidí que tenía que hacerme con uno y probar por mi mismo la experiencia de uso de este nuevo dispositivo de Apple.
Por aquel entonces creo recordar que tenía un iPhone 4 y el iPad me ofrecía algo que no tenía con el iPhone. Leer cualquier documento, artículos en la web, ver vídeos en YouTube e incluso jugar a algún videojuego era un experiencia mucho mejor que la que podía ofrecer el iPhone 4, únicamente por un motivo: El tamaño de pantalla.
El iPhone 4 era un smartphone fantástico, creo que es uno de los que más tiempo me han durado, pero su pantalla de 3.5 pulgadas suponían para mí una gran limitación. Me resulta bastante incómodo leer en una pantalla tan pequeña, por no hablar de lo ridículo que me resulta jugar a cualquier vídeojuego con los controles en la pantalla, ya que tus propios dedos la tapan casi por completo.
También es cierto, que el tamaño del iPhone 4 tenía sus ventajas. La usabilidad a una mano, que tantas veces ha utilizado Apple como argumento en favor de las pantallas pequeñas, era sencillamente inmejorable. La comodidad a la hora de llevarlo en cualquier bolsillo era también otra de sus ventajas.
Y llegó el iPhone 6 Plus, el primer Phablet de Apple
Varios años han pasado ya desde entonces y ahora tengo un iPhone 6 Plus. Hacía tiempo que tenía ya ganas de tener un Phablet y probar también esta nueva experiencia de uso. Tras un par de meses puedo decir que mi opinión no puede ser más positiva. Tanto es así que estoy empezando a dudar si ahora realmente necesito también un iPad.
Y es que con las 5.5 pulgadas del iPhone 6 Plus todas esas limitaciones que tenía con aquel iPhone 4 y también con el posterior iPhone 5, ahora ya no las tengo. Leer documentos, artículos en la web o ver cualquier vídeo ya no es un problema. Sigue siendo más cómodo hacerlo en un iPad, pero también es verdad que el iPhone 6 Plus es mucho más ligero y lo llevo siempre conmigo.
Otro de los problemas que siempre he tenido con el iPad ha sido el decidirme si cogerlo con 4G o solo WiFi. Al final siempre he optado por el solo WiFi, supongo que por el precio, pero en ocasiones he lamentado no poder usarlo en algunos lugares donde no tenía WiFi. Con el iPhone 6 Plus ya no tengo tampoco ese problema.
En definitiva, durante los últimos años las pantallas de los smartphones, en general, se han ido haciendo cada vez mayores, mientras que las de los tablets han seguido la tendencia contraria. Llegados a este punto, me pregunto si tiene sentido tener un smartphone de más de 5 pulgadas y una tablet de 7 o 8. Yo creo que no.
Cuando compré el iPhone 6 Plus me planteé el reto de probar un tiempo si este único dispositivo podría servirme realizando las mismas tareas que antes realizaba con el combo iPhone + iPad. La respuesta es, rotundamente SI. Es más, ha dejado de ser un reto, sigo usando exclusivamente el iPhone 6 Plus y el iPad esta el pobre ahí abandonado.
Durante las últimas semanas se ha hablado bastante en los blogs sobre las ventas del iPad, y como estas podrían haber tocado techo. Imagino que mi caso no será el único. Aunque bien es cierto que no todos tenemos las mismas necesidades, si más gente va llegando a las mismas conclusiones a las que he llegado yo probablemente sea difícil que las ventas del iPad remonten el vuelo.
¡Larga vida al iPhone 6 Plus!