Tu red Wi-Fi está en peligro: han vulnerado el protocolo WPA2
Tenemos muy malas noticias: el protocolo de seguridad WPA2, la herramienta encargada de proteger nuestro router y todos los dispositivos que tengamos conectado a él mediante nuestra red Wi-Fi de accesos e intrusiones no deseadas ha sido vulnerado. Y sí, es tan grave como parece.
No es por ponernos alarmistas, pero que eso suceda abre completamente la posibilidad de que se pueda acceder al tráfico de información de nuestra red particular y es especialmente grave porque por el momento no hay ninguna solución al problema, ni tiene pinta de que vaya a haberla próximamente.
¿Qué significa que se haya vulnerado el protocolo WPA2?
Pues significa que un intruso, llamémoslo hacker por eso de la tradición y porque lo cierto es que se necesitan ciertos conocimientos técnicos para hacerlo, que tenga acceso físico al entorno de nuestra red Wi-Fi, puede hacerse con nuestra contraseña y tener las puertas abiertas para conocer muestra actividad en Internet e incluso algunos datos que no estén debidamente protegidos.
Y es grave, sí, pero la verdad es que se debería haber visto venir.
El protocolo WPA2 es todo un veterano con mas de trece años de actividad a sus espaldas y en el mundo de la tecnología, los conocimientos y las herramientas avanzan casi cada día y en muchas ocasiones, más de las que a todos nos gustarían, estos conocimientos y estas herramientas de las que hablamos no siempre se emplean para bien.
Así es como ha surgido esta vulneración que se conoce como KRACK (Key Reinstallation Attacks) y de la que poco se sabe a la hora de escribir este artículo, aunque sus responsables anuncian que irán publicando a lo largo del día toda la información técnica respecto al fallo de seguridad.
¿Estamos tú y yo en peligro?
Pues la verdad es que sí, pero eso no significa que vayamos a ser hackeados sin remedio. Es cierto que nuestro router es vulnerable hasta que se tomen las medidas necesarias y ni ocultar nuestra red bastaría para protegernos, pero quien quiera acceder a nuestra ruta debe estar en nuestro rango de alcance, conocer los requerimientos técnicos necesarios, la existencia de esa vulnerabilidad y las ganas de hacerlo.
Y no todos somos objetos de interés, pero la amenaza está ahí.
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