Si Apple es castigada en casa, se buscará la vida en otros países
Cuando parece una obviedad que Apple se vaya a buscar mercado fuera de Estados Unidos, algunos están empezando a ver como los últimos acontecimientos parecen haber coincidido en fatales momentos clave de una forma particularmente casual. Es evidente que a Apple no le va bien en casa, en todos los sentidos.
Lo cierto es que si miramos con lupa la situación, parece que la primera interesada en que las cosas no le vayan del todo bien a Apple, en su propio terreno estadounidense, es la propia Apple.
El punto de partida de la situación actual es el hecho de que el colosal montante económico de la compañía NO está en territorio estadounidense, y traerlo a casa le haría decrecer en gran medida todo ese capital. La solución es que se invierta ahí donde está. A menos claro, que otras vías queden finalmente limpias de toda sospecha y puedan aplicarse en otros formatos y países, aunque para eso la presión a ejercer en casa debería ser mayor y que la legislación no le parase los pies a la empresa (y a otras tantas en otros tantos ámbitos comerciales). Tal vez ahora que varios paquetes de acciones con propietarios de dispares opiniones han sido vendidos, y un buen grueso de estas acciones ha ido a parar a manos de un mismo magnate, que ha sabido aprovechar que el precio de las acciones está por los suelos, los vientos empiezan a soplar favorables en este sentido. Pero mientras ese momento llega, ¿Apple va a quedarse quieta? Claro que no.
Hablando de vientos, Apple parece que ha escogido un momento perfecto para provocar una auténtica tormenta que podía haber sentado ya las bases de un debate nacional, y con vistas a repercusión internacional, que difícilmente será pacífico. El problema no ha sido el fondo, sino la forma. Aprovechando una sensibilidad especial que se tiene hacia la privacidad del usuario, plantó cara a poderes como la ley, a las autoridades, a agencias gubernamentales, pero consiguió el respaldo mayoritario de la sociedad. Y al final, la orden judicial quedó en agua de borrajas, mientras llega un debate que nadie sabe cómo coger en un país donde la línea que separa derechos civiles y seguridad nacional es muy difusa. Pero mientras ese momento llega, ¿Apple va a quedarse quieta? Claro que no. Pasa que en este caso, hay quien empieza a pensar que la excesiva repercusión y bombo que le dio la compañía al asunto del iPhone del terrorista de San Bernardino, cuando la empresa atiende muchísimas peticiones de acceso a terminales cuyos usuarios tienen asuntos pendientes con la ley, ha sido perfectamente aprovechada para iniciar una marcha hacia la inversión y el crecimiento fuera de Estados Unidos.
Para que quede más claro, una cosa es que Apple invierta en China y otra muy diferente es que, a la vez, disminuya la inversión en algunos sectores propios y ajenos en Estados Unidos porque el país ha tratado mal a la empresa. Una buena prueba serían los últimos resultados financieros que siguieron a los improperios y además por partida doble, del que podría ser -poca broma- el próximo presidente de Estados Unidos. Si tenemos en cuenta además, que la cruzada de Apple en favor del medio ambiente es brutal, y que en Estados Unidos casi toda voz contra la industria del petróleo es silenciada rápidamente, debe entenderse como normal que Apple se deje los millones en empresas chinas dedicadas a productos y servicios relacionados directa o indirectamente con el denominado mundo del automóvil ecológico -que no necesariamente autónomo-, porque supone la antesala hacia algo mayor en un sector que, dicen los entendidos, está a punto de entrar en auge. Y de paso, intenta hacer las paces con el país, que últimamente le ha estado dando la espalda en varios frentes.
Y esta inversión en China es sólo el principio. Y India está en el punto de mira también. Pero que a nadie le sorprenda, porque lo cierto es que una cosa es Designed by Apple in California, como reza en todos los productos Apple, y otra muy diferente es Manufactured and assembled by Apple in California. Todo el mundo sabe donde se fabrican y ensamblan casi todos los productos Apple, y no hace precisamente cuatro días de esto…
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