Los productos fallidos de Apple (V), LaserWriter
Ya os comentamos en su momento la colaboración con Motorola para lanzar el Motorola Rockr, el telefono móvil que sirvió como punto de partida para, un año más tarde, lanzar el iPhone al mercado. En este caso nos gustaría recordar la impresora LaserWriter. Una de las primeras impresoras láser que, junto con el Macintosh, ayudaron a crear el concepto de autoedición tal y como lo conocemos ahora.
Este dispositivo tiene su origen en 1983 cuando Canon lanzó un modelo de impresora llamado LBP-CX que usaba la tecnología PostScript y un tóner láser para imprimir. Steve Jobs vio este modelo mientras estaba en las oficinas de Canon negociando los componentes de los diskettes de 3,5″ que se utilizarían para el Machintosh y decidió que algo tenía que hacer puesto que sus usuarios necesitaban aquello. Dos años más tarde en 1985, se anunció la primera impresora láser que acompañaría al ordenador doméstico de Apple e impulsaría a la gente a adentrarse en el mundo del diseño gráfico desde casa.
Por qué es tan importante la tecnología PostScript
La tecnología PostScript fue desarrollada por Adobe y permitía codificar cualquier imagen en código entendible por el ordenador y, al lanzarlo a la impresora, se imprimiese con la mayor calidad posible pudiendo imprimir letras a diferentes tamaños o gráficos con gran nivel de detalle. Esto fascinó a Steve y decidió que su próximo ordenador, el Macintosh, iba a tener una impresora láser que pudiese hacer todo esto añadiendo otra posible vía para que los usuarios explotasen la creatividad al usar productos Apple.
Aunque la primera impresora LaserWriter salió al mercado a un precio mucho más elevado que las impresoras de tinta de aquella época, 6.995 dólares, te permitía usarla en red -a través del protocolo LocalTalk- por lo que se convirtió en un modelo interesante para los pequeños estudios de diseño gráfico. Además, las otras impresoras de la competencia como la HP LaserJet, y otras que no usaban las tecnología PostScript, no podían ofrecer el nivel de detalle que eran capaces de alcanzar las PostScript.
Los siguientes modelos de la LaserWriter permitieron ahorrar costes de fabricación e introducir novedades como la Color LaserWriter, con capacidad de impresión en color, o los varios modelos de LaserWriter II que podían conectarse a una red ethernet.
¿Por qué fracasó?
Los siguientes modelos de LaserWriter tuvieron su público pero HP siguió mejorando su línea de impresoras láser para intentar copar el mercado y, en 1989 lanzó su «versión doméstica» de la HP LaserJet a un precio de 1.500 dólares, con las mismas características de la versión de Apple, y se convirtió en un superventas.
Tras la vuelta de Steve Jobs a la compañía en 1997, decidió retirar la LaserWriter junto con otros productos, como la QuickTake Camera o el Newton, puesto que no les era rentable para la compañía.
un comentario
No comparto el criterio de que las LaserWritter sean productos fallidos, tal vez algun modelo, pero por ejemplo la 12/640 que está expuesta era de lo mejor y todavía anda a la perfección y conozco otras varias (la 300) de igual calidad. Lamento que las hallan dejado de fabricar, en gráfica y serigrafía son excelentes