Apple quiere que el iPhone sea la base de datos de nuestra salud
El iPhone es mucho más que un teléfono móvil. No lo era ya cuando vio la luz hace diez años y no lo es ahora, cuando para muchos se ha convertido en el eje de nuestro estilo de vida. Que almacena nuestros correos, nuestros contactos, nuestras agendas o la música y las fotos de eso que se ha dado en llamar nuestro ocio digital.
Apple quiere dar un paso más en esa dirección y busca que el iPhone sea también un historial médico personal de cada uno de sus usuarios, almacenando todos nuestros datos, como las visitas a nuestro médico, los resultados de los análisis, tratamientos, etc.
Para ello se comenta que en Cupertino ya tienen un «equipo de salud» que trabaja de manera discreta en el tema, comunicándose desde con desarrolladores a hospitales, pasando por todo tipo de sectores implicados en la industria sobre cómo convertir al iPhone en nuestro historial clínico personal y conseguir tener todos nuestros datos a mano y compartirlos fácilmente con los médicos.
Los contactos se han ido produciendo con todos los sectores especializados en protocolos relacionados con la transmisión de datos, como The Argonaut Project, que trabaja en la adopción de estándares abiertos sobre la información sanitaria o The Carin Alliance, que busca que los pacientes tengan un mayor control sobre sus datos médicos.
Y no solo hablaríamos de contactos con otras empresas, si no también de compras de compañías relacionadas. Una estrategia muy similar a la que en su momento hizo Apple en la industria musical, sustituyendo nuestras colecciones dispersas de discos por una centralizada en iTunes y el iPod.
Un paso más allá de centrarse simplemente en el fitness como sucedía en los inicios del interés de Apple en el tema y que ahora, gracias a la aparición de CareKit y ResearchKit, incluiría datos médicos que facilitarían una relación más flexible y rápida entre paciente y médico, incluso aunque cambiemos de especialista, hospital o incluso país. Todo estaría disponible en nuestro iPhone.
Vía| CNBC
Comentarios cerrados