Así es el nuevo Mac Pro de 2019 ¿Ha merecido la pena la espera?

Llevaba mucho tiempo esperando a ver cómo sería el nuevo Mac Pro de Apple. No tanto como llevaba esperando por el Mac mini, al fin y al cabo sabía que no iba a poder hacerme con uno como sí imaginaba que sucedería con el pequeño de los sobremesa de la manzana hasta que su tendencia al entorno más profesional lo alejó definitivamente de mis posibilidades. Pero esa lectura tenía también una versión positiva: si el Mac mini o el iMac Pro eran tan potentes, miedo me daba cómo iba a ser el modelo estrella de la gama.

Sin embargo, lo primero que pensé al ver la Keynote de ayer era que se parecía a un rallador de queso. Sí, era un «homenaje» a la versión más popular del concepto, pero aún así… del cenicero de la generación anterior se pasaba ahora a un rallador de queso. ¿En qué estabas pensando Jony Ive? Pero dejando al lado mis suspicacias iniciales, ¿Ha merecido la pena esperar por el Mac Pro de 2019?

El nuevo Mac Pro es toda una estación de trabajo que ha sido completamente rediseñada pensando de nuevo el sector profesional que quiera llevar al límite lo que pueden hacer con un Mac. Un equipo capaz de ofrecer lo máximo. Los máximos niveles de rendimiento, las máximas posibilidades de ampliación y las máximas opciones de configuración.

Y para ello incluye procesadores Xeon con hasta 28 núcleos, un sistema de memoria de alto rendimiento con la friolera de 1,5 TB de capacidad, la máxima ofrecida hasta la fecha en un Mac. Además posee ocho ranuras de ampliación PCI Express, el doble que en la torre del Mac Pro de la generación anterior, y una arquitectura gráfica dotada de la tarjeta gráfica más potente del mundo. También ha presentado Afterburner de Apple, una innovadora tarjeta aceleradora que permite reproducir tres secuencias de vídeo RAW ProRes 8K a la vez.

Unas espectaculares prestaciones encerradas dentro de un marco de acero inoxidable espacial que incorpora una carcasa de aluminio que se puede quitar para acceder a todo el sistema sin obstáculos. El marco facilita la modularidad y la flexibilidad e incluye unas asas que permiten desplazar el equipo fácilmente. El comentado parecido a un rallador es debido a su estructura de rejilla que optimiza la refrigeración y minimiza el ruido durante su funcionamiento, incluso a máximo rendimiento.

Y si a todo eso unimos la parición de otro gran esperado como el nuevo monitor Pro Display XDR y su impresionante pantalla Retina 6K de 32 pulgadas podemos decir que sí, que ha merecido la pena la espera para poder disfrutar del equipo más potente que Apple ha puesto jamás en manos de sus clientes profesionales y capaz de cumplir las expectativas de los usuarios más exigentes que estén dispuestos a desembolsar los casi 5.000 dólares que costará su versión más «económica» con 32 GB de RAM y 256 GB SSD de capacidad.

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