Auriculares: Radius Atomic Bass

Los auriculares que suelen venir con los reproductores de audio o teléfonos móviles cumplen su cometido con relativa eficacia y no suelen ser de gran calidad, si optamos por unos auriculares «buenos» el coste de estos seguramente doble el precio del gadget al cual vamos a conectarlo. Los mejores modelos suelen los que el soporte va encima de nuestra cabeza a modo de tira, suelen ser bastante llamativos y a no todo el mundo le gusta ir con ellos por la calle (vestidos con traje y corbata no pegan nada).

Los Radium Atomic bass (un nombre pomposo y a la vez rotundo) ofrecen una relación calidad precio muy ajustada. Por una vez la propuesta no viene de la mano de Sennheiser, fabricante que copa buena parte de las comparativas de este tipo de productos y que personalmente opino que no son para tanto.

Como suele ser habitual en este tipo de auriculares estos son del tipo in-ear, encajando dentro del canal auditivo y aislándonos del sonido ambiente. Seguramente el músico Phil Collins no los usaba en sus conciertos y por eso se ha quedado como Beethoven. El origen de los in-ear nació en las grabaciones de estudio, los músicos necesitaban poder aislar el ruido constante y las largas sesiones para no acabar con problemas de audición.

El cuerpo de los Radium Atomic Bass está elaborados en aluminio (del que no deja huellas) dándoles una robusta y a la vez ligera consistencia. La integración con nuestro iPhone está garantizada ya que llevan micrófono incorporado. Un detalle de calidad es que su conector Jack está bañado en oro. A diferencia del resto de productos similares estos Radium Atomic Bass no van sellados en un ataúd de plástico de esos que no te permiten probar o devolver el producto en caso de abrirlo. El manual de instrucciones (por llamarle de alguna manera) parece editado para que lo lea un Hámster por lo ridículo de su tamaño y el tamaño de la letra. ¿Pero pintan muy bien no?. Su precio unos 40 dólares ( unos 29 euros).

Permitidme que termine este artículo sin hablar de rangos de frecuencia y ese tipo de datos que hacen que el artículo quede muy profesional pero yo es que no he llegado nunca a entender esas cifras, no se interpretarlas y no quiero quedar como un pedante embutiéndolas en estas líneas sin comprender su significado. Eso si para los que sepan y valoren esta información aquí les dejo el siguiente enlace.

Vía | Cnet

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