Breve historia del nacimiento de Mac OS X, probablemente el mejor Sistema Operativo del mundo
Todos tenemos un Sistema Operativo favorito en nuestras vidas, sobre todo si somos veteranos y ya hemos pasado por muchas plataformas. Hay quien prefiere iOS, hay quien se decanta por Android. Hay quien añora aquel Windows XP o quien opina que Ubuntu es la mejor distro de Linux que existe. Si yo tuviera que elegir el mío, sería sin duda Mac OS X, concretamente Tiger, la cuarta evolución que aterrizó en mi primer MacBook Pro Intel, allá por 2005.
Ayer se cumplían veinte años de la presentación en sociedad de Mac OS X, un Sistema Operativo que apareció para cambiar el rumbo de una Apple que parecía estar más a la deriva que nunca, que cambió también para siempre la manera en la que muchos vimos el ordenador personal y que polarizó al usuario entre el popular pero imperfecto Windows y un OS X limitado a una sola marca, sí, pero que estaba destinado a hacer Historia. Y eso que sus comienzos no fueron precisamente fáciles.
Porque decir Mac OS X es lo mismo que decir Steve Jobs. Un Steve Jobs que ya había revolucionado (y no es una frase hecha) el mundo de los ordenadores personales con el lanzamiento del Macintosh original y que volvería a principios de los 2.000 a hacer lo propio. Por que sí, la interfaz gráfica del Mac había sido revolucionaria en su momento y había encumbrado a Apple, pero una década después, a finales de los años 90, tanto la compañía como su Software parecían haberse quedado peligrosamente estancados.
Microsoft les estaba comiendo la tostada con los mucho más modernos Windows 95 y Windows NT, así que en Cupertino necesitaban reinventarse si no querían morir en el camino. Sin embargo, los ingenieros de Apple se sentían incapaces de presentar un nuevo Mac OS a la altura, así que la decisión del jefazo de la compañía en aquel momento (el inefable Gil Amelio) fue la de buscar desesperadamente una compañía del sector a la que comprar un Software que ellos ya no eran capaces de desarrollar.
Y esa compañía fue NeXT Software Inc., cuyo CEO era nada más y nada menos que el propio Steve Jobs, que regresaba así a la empresa en 1996 con la excusa de la compra de todos los activos de NeXT, aunque no nos vamos a engañar, el único elemento que interesaba realmente de aquella transacción (400 millones de dólares de la época) era su Sistema Operativo.
Y el resto, como se suele decir, es Historia. O HiXtoria, porque esa X lo cambió todo. La tecnología de NeXT supuso un auténtico paso de gigante y cimentó lo que es Apple actualmente, por mucho que el iPhone parezca haber oscurecido aquella época para las generaciones más jóvenes. En 2001, Mac OS X lo puso todo patas arriba y eclipsó a la competencia por su fiabilidad, potencia, versatilidad, diseño y seguridad. A tal punto de que sigue siendo vigente dos décadas después.
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