El congreso de los Estados Unidos no llevará adelante su proyecto sobre la descodificación de dispositivos electrónicos
Las consecuencias derivadas del enfrentamiento que Apple y el Gobierno de los Estados unidos mantuvieron con el asunto del derecho a la privacidad frente a la seguridad de la mayoría aún siguen plenamente vigentes, al menos entre los políticos americanos.
La última de ellas podría significar darle la razón a Cupertino, ya que el Congreso de los Estados Unidos se planea muy seriamente abandonar la intención de presentar un proyecto de ley que obligaría a los fabricantes de smartphones a permitir acceder a sus datos encriptados si así se les requiriese y que debía haber entrado en vigor este mimo año.
Quienes se mostraban partidarios de esta propuesta, encabezados por los Senadores Richard Burr y Dianne Feinstein, parecen haber perdido los apoyos necesarios para seguir adelante con la misma, después de que la administración Obama decidiese paralizar toda acción al respecto.
Pese a que el proyecto no estaba encabezado por ningún grupo en particular, ha sido el ala Demócrata el que parece no estar a favor de continuar elaborando esta ley al considerarla demasiado ambivalente y cercana a esa herramienta de espionaje al ciudadano que los votantes no verían precisamente con buenos ojos, por muy loables que puedan ser sus principios.
La oposición de Apple ante el FBI y el Departamento de Justicia, esgrimiendo argumentos como el de que esa puerta de acceso a dispositivos como el iPhone también podría ser utilizada eventualmente por los propios delincuentes a los que se supone que se debe perseguir, habría hecho replantearse la situación acerca de la viabilidad de que alguien sea capaz de acceder a nuestros datos privados sin nuestro consentimiento.
Vía | Reuters
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