Consejos para evitar el robo de datos si nos conectamos a puntos USB públicos

Consejos para evitar el robo de datos si nos conectamos a puntos USB públicos

Escrito por: Carlos Villar    17 marzo 2020    3 minutos

El juice jacking es un método de acceso no deseado a nuestros dispositivos que puede realizarse desde los cargadores USB situados en zonas públicas. En Descubre Apple os aconsejamos cómo protegernos mejor si tenemos que usar uno de ellos.

Igual ahora que tenemos que quedarnos en casa no seamos conscientes del tema, pero seguramente nos sea útil conocer algunos consejos para evitar que nuestros datos caigan en manos no deseadas cuando podamos volver a irnos de vacaciones y necesitemos conectar nuestro iPhone o nuestro iPad a alguna red de uso público.

Cuando hablamos de conectarnos a esas redes probablemente tendamos a pensar en puntos Wi-Fi, pero hay otros accesos que parecen en principio más seguros y que no lo son tanto. Nos referimos a los puntos de carga USB que podemos encontrar en los aeropuertos, estaciones y en otros lugares como los centros comerciales y los hoteles. Puntos que pueden ser alterados por hackers y convertirse en el modo de acceso perfecto al contenido del dispositivo que conectemos y sobre los que no estaría de más conocer algunos hábitos para evitar que esto nos pueda suceder.

Este tipo de ataque se conoce como juice jacking en inglés (que es el término más usado) y refleja bastante acertadamente cómo los hackers pueden instalar código malicioso en determinados puertos USB públicos para acceder a los datos de los dispositivos conectados. Pese a la seguridad de los productos de Apple, los usuarios de iOS no estamos completamente a salvo de esta práctica, pero sí que podemos tomar medidas para prevenir caer víctimas de este tipo de ataques.

El primero y no por obvio, menos importante, es ser conscientes de este riesgo. Muchos usuarios de smartphones ni siquiera saben que es el juice hacking o que su dispositivo puede ser tan vulnerable como al conectarse a una red inalámbrica, que sí suele verse como un riesgo potencial.

Otra buena idea cuando nos vamos de viaje o de vacaciones es llevar con nosotros una batería externa. Son pequeñas y cómodas de llevar encima y nos proporcionarán tiempo añadido de funcionamiento en nuestro iPhone o iPad. Además, ponerlas a cargar en los USB públicos es mucho menos arriesgado que hacerlo directamente con nuestro dispositivo. Al fin y al cabo no poseen datos sensibles.

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Pero si no disponemos de una batería portátil y nos vemos en la necesidad de poner a cargar el iPhone en el aeropuerto o en nuestra habitación de hotel, conviene establecer una barrera de protección muy útil que posee iOS como es activar la solicitud de autorización para confiar en un nuevo dispositivo. Así, si se está intentando acceder desde el exterior, nuestro iPhone o nuestro iPad nos va a advertir mediante esta solicitud cuya confirmación, ya sabemos, necesita forzosamente de un código para facilitar dicho acceso solicitado.

Si nos aparece este mensaje, desconfiad del punto de conexión, porque está haciendo algo más que cargar nuestro teléfono.

Existen claro, algunas apps para evitar concretamente el juice hacking, pero entre el nivel de seguridad de iOS y estos sencillos pasos que os acabamos de sugerir, deberíamos estar suficientemente protegidos en la mayoría de los casos.

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