Se desata la polémica: ¿Es Apple Card una tarjeta machista?
Imaginad que sois un hombre y estáis deseando utilizar por fin vuestra Apple Card y que rellenáis los formularios necesarios para obtener una línea de crédito y la tarjeta de la compañía de la manzana. Imaginad ahora que vuestra pareja mujer (o amiga, o pariente, o conocida) intenta hacer lo mismo y que cuando comparáis vuestros límites de crédito os dais cuenta de que a ti te han dado veinte veces más crédito que a ella.
Pues esto es lo que le pasó a David Heinemeier Hansson, un personaje importante de la Industria Digital danesa y a su esposa. Pese a declarar los impuestos conjuntamente, vivir en la misma casa y compartir todas las características básicas para la solicitud, Goldman Sachs, la firma de inversión que administra Apple Card penalizaba severamente a la mujer. ¿Es la tarjeta de Apple un producto sexista y discriminatorio con las mujeres?
La crítica de Hansson y las posteriores que se le han unido por la misma causa, entre los que se encuentra ni más ni menos que Steve Wozniak, cofundador de Apple, ha llevado a que el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York (DFS), un organismo público que regula Wall Street haya abierto una investigación sobre el caso.
En Cupertino aún no se han pronunciado, pero Goldman Sachs se apresuró a asegurar que en la empresa no se toman decisiones basadas en factores como el género y que todas las cuentas de crédito de Apple Card funcionan de manera individual y que cada caso se evalúa de forma independiente. Para ello utilizan tecnologías de aprendizaje automático, es decir: algoritmos.
Pero a día de hoy, por mucho que busquemos cargar las razones a la tecnología, aún hay personas detrás de esos programas, detrás de esos algoritmos, creándolos. Y por mucho que haya aún quien siga negando lo evidente o mirando para otro lado, la discriminación de la mujer a la hora de pedir un crédito existe y eso se traslada a la bases para crear los comportamientos de la Inteligencia Artificial, programada en su mayoría aún por hombres que siguen trasladando sus propios parámetros personales a los del Software.
En fin, que la culpa es del algoritmo, que lo han programado así.
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