El director del FBI insiste en su lucha para desencriptar los dispositivos móviles
Lejos de haber acabado con su desbloqueo final, el caso del iPhone del terrorista de San Bernardino no ha hecho si no abrir las puertas para el enfrentamiento entre dos posturas aparentemente irreconciliables: aquella que pugna por proteger la privacidad del usuario frente a la de quienes piensan que la seguridad de la mayoría está por encima de los derechos individuales.
Entre estos últimos se encuentra el actual director del FBI, James Comey, firme defensor de forzar a las compañía a que se sus dispositivos móviles se puedan desbloquear como parte esencial de la lucha contra delincuentes u organizaciones terroristas como Daesh.
El debate que os mencionábamos antes entre la seguridad y la privacidad no debería ni de existir, viene a decir más o menos Comey, asegurando que el Gobierno debería de tener el suficiente poder legal como para poder obligar a las compañías a proporcionar métodos para poder desencriptar sus dispositivos en caso de que así se les requiera.
Como ejemplo, habla de los más de 4.000 dispositivos a los que el FBI ha intentado acceder en los últimos meses y de los que 500 han sido imposibles de desbloquear, culpando a las tecnologías empleadas por los fabricantes como la causa de esa imposibilidad.
Eso le ha costado al menos dos demandas contra Apple, una precisamente por ese comentado caso del iPhone 5c del terrorista de San Bernardino en el que al final se ha tenido que recurrir a una empresa externa para conseguir acceder a los datos que almacenaba en su interior y la otra por otro teléfono relacionado con un caso de tráfico de drogas en New York, que también se solucionó sin la intervención de la compañía de la manzana.
Para quienes argumentan que esas técnicas de desbloqueo pueden facilitar el acceso de esos mismos delincuentes que se supone que persiguen las autoridades a nuestros dispositivos, Comey asegura que los implicados en el desbloqueo de los iPhone mencionados se han comprometido a no revelar ni compartir sus técnicas.
Vía| Reuters
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