El futuro de Apple Music y los problemas a los que se enfrenta la música en streaming
La industria musical ha sufrido grandes cambios en estos últimos años y Apple ha tenido mucho que ver en algunos de ellos. El iPod y también iTunes fueron el pilar fundamental en la transición del soporte físico al digital y ahora Apple Music es también otro de los elementos decisivos en el último negocio en el sector: la música en streaming.
Y a raíz de todo esto cabe preguntarse si el streaming ha venido realmente para quedarse o si se trata de una moda pasajera, así como analizar el papel que la tecnología está jugando en el mundo de la música y sus consecuencias tanto para la industria como para nosotros, los usuarios.
Y nada mejor para salir de dudas que leer lo que opina un peso pesado en estas transiciones de las que hemos hablado que Jimmy Iovine, figura clave en la industria y pieza fundamental en el lanzamiento precisamente de Apple Music y Beats 1, últimamente un poco alejado de los focos tras el fin de su contrato con los de Cupertino.
Iovine empieza fuerte retrotrayéndose a los tiempos de Napster, el pionero en el intercambio de archivos P2P, época en la que se dio cuenta de que las discográficas deberían adaptarse a las nuevas tecnologías o no existirían, aprovechando para dejar caer que responder a la propia Napster y alternativas similares con demandas judiciales quizás no fuera la mejor idea.
Fue entonces cuando conoció a Steve Jobs y a Eddy Cue y empezaron a planear cómo incorporar el estilo y la manera de pensar de Apple a la industria musical. De ellos y de todo un genio del sonido como Dre, aprendió que el camino era aprovechar la tecnología en su propio beneficio, tanto a nivel de productos de calidad (Hardware) como de métodos de distribución y soporte (Software). Unas ideas que derivaron en la creación de Beats junto al propio Dre y que acabaría siendo adquirida finalmente por Apple en 2014.
Sin embargo, cuatro años después, Iovine abandonaba la compañía para dejar el futuro de la industria musical en manos de gente nueva, con nuevas ideas. ¿Y cuál va a ser ese futuro, el streaming?
El problema de este tipo de modelo es que, mientras que en plataformas como Netflix los beneficios mejoran en función del aumento del número de suscriptores, en el streaming musical no sucede así y los gastos siempre se mantienen igual. Además, en el fondo no existe variedad en las propias plataformas que son meros servicios sin apenas contenido propio, a diferencia de los modelos de la citada Netflix o Disney.
¿Cuál será entonces el verdadero futuro de la música?
Iovine no lo dice, pero a nosotros nos parece que apostar por un contenido propio y original que diferencie a Apple Music de Spotify es quizás el modelo que sitúe al streaming como una alternativa capaz de mantener el interés de sus usuarios por mucho tiempo.
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