¿Ha perdido Apple el encanto de la sencillez que tanto gustaba a Steve Jobs?
El lema Think Different ha sido y, en cierto modo sigue siendo, el santo y seña de Apple y de la amplia mayoría de sus fanboys. Un lema que ejemplificaba a la perfección tanto el punto de vista de la compañía a la hora de desarrollar sus productos como de los usuarios cuando eligen comprarlos.
Un lema en cuya campaña jugó un papel determinante Ken Segall, el que fuera director creativo durante más de doce años y que creó lo que se dio en llamar la i-brand, denominación tras la que salió el iMac y muchas otras creaciones de Apple y en el que la sencillez en el diseño y en el propio concepto en sí eran algo básico según el ideario de Steve Jobs.
Hoy, con el CEO y co-fundador ya desaparecido, Segall se preguntaba en una reciente entrevista en The Guardian si ese amor por las cosas sencillas que predicaba Jobs se había perdido con la nueva cúpula directiva de la manzana.
En dicho artículo, Segall recuerda que poner un nombre a los productos era una tarea relativamente sencilla: los ordenadores se llamaban Mac y los productos de consumo i-devices, pero ahora estos últimos, además de «iLoquesea» también se pueden llamar «Apple Loquesea» (Apple Watch, Apple Pay o Apple Music), como una especie de transición de la primera denominación hacia la segunda y que quizás ahora pueda resultar confuso.
Esa sencillez también es una diferencia a tener en cuenta entre Steve Jobs y Tim Cook, destacando que aunque el actual CEO de Apple sabe perfectamente cómo dirigir el rumbo de la compañía, quizás no tenga ese talento multitarea de Jobs y por eso elige delegar en otros las decisiones a adoptar en áreas como el diseño de productos o marketing y por eso las cosas se han vuelto más complejas que entonces.
Esa complejidad se ha transferido a las líneas actuales de productos de Apple y pone de ejemplo precisamente a Apple Music, a la que ve como un servicio muy confuso de utilizar o al departamento de marketing, que ha cambiado drásticamente desde que Jobs no está.
Por supuesto sus declaraciones no han pasado inadvertidas para nadie, como suele pasar con todo lo que sucede con Apple, y hasta el propio Segall ha tenido que salir al paso para suavizar sus opiniones y asegurar que no se trata de ninguna crítica negativa contra la compañía, si no tan solo una pregunta que él se hace a sí mismo.
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