¿Has soñado con ser el dueño de una Apple Store? Esta puede ser tu oportunidad
Seguro que a muchos de nosotros nos encanta visitar las tiendas de Apple. Perdernos entre sus mesas de madera y trastear con los Mac o los iPad expuestos. Es uno de los establecimientos a los que la gente suele ir a peregrinar aunque no tenga en mente comprar nada. Solo por verlas. Solo por disfrutar.
Igual incluso algunos de los que nos leéis trabajáis o habéis trabajado en una de esas tiendas, pero si soñáis con dar el salto a la gerencia y convertiros en dueños no ya de una Apple Store, si no de una de las más espectaculares construidas, debéis saber que esa posibilidad existe: los propietarios de la Flagship Michigan Avenue Store de Chicago la han puesto en venta.
El fondo de inversiones Walton Street Capital compró el año pasado la tienda, un edificio de oficinas de 35 plantas y otro establecimiento adjunto por un montante que alcanzó los 370 millones de dólares. Ahora, apenas unos meses después, planea vender la Apple Store por alrededor de 175 millones.
Hoy en día, la demanda por espacio dedicado a tiendas ha empezado a decaer en conjunto con el valor de los propios centros comerciales y tiendas físicas. La costumbre actual de los consumidores de decantarse por las compras a través de Internet tienen mucha culpa de esta situación, pero las tiendas de Apple resisten en medio de esa tendencia como la aldea de Astérix a la invasión romana.
El valor del metro cuadrado de un centro comercial que incluye una tienda de la manzana es bastante superior al resto debido precisamente a ese imán para el tráfico de gente que os comentábamos al principio del artículo. Además, conscientes de esa afluencia, Apple lo aprovecha para ni siquiera tener que pagar un alquiler alto. Al fin y al cabo, va a atraer clientes. A los propietarios les compensa y el caso del que os estamos hablando es un buen ejemplo de ello, porque Apple paga bastante menos que el resto de los alquileres de la zona.
En su momento, la tienda de Michigan Avenue fue un proyecto ambicioso para la compañía y el estudio Foster + Partners, destacando la decisión de adoptar una enorme azotea fabricada en fibra de carbono que parecía la parte superior de un MacBook y un aspecto que imitaba las típicas casas Prairie Style de Chicago, diseñadas por el arquitecto Frank Lloyd Wright.
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