Un Mac mini con un dock para iPod ¿Una buena idea o un sinsentido?

Un Mac mini con un dock para iPod ¿Una buena idea o un sinsentido?

Escrito por: Carlos Villar    24 agosto 2020    2 minutos

Un prototipo del sobremesa de Apple que nunca vio la luz incluía un dock integrado para poder conectar un iPod nano. Por aquella época estaba de moda, pero, ¿tenía sentido realmente?

Los productos de Apple que llegan finalmente a las manos de los consumidores no suelen ser, de hecho casi nunca lo son, exactamente iguales que las ideas que surgieron de la mente de Jonathan Ive o de alguna de los talentos creativos del departamento de diseño de Cupertino. Hasta llegar a la versión final, cada nuevo dispositivo pasa por muchos procesos de rediseño, de cambios e incluso a veces muchas ideas se quedan por el camino sin llegar nunca a convertirse en realidad. Algunas muy buenas y otras, no tanto.

No sabría decir muy bien a cual de estas dos categorías corresponde el prototipo de Mac mini que se ha estado viendo este fin de semana en las redes y que incluye entre sus características más destacadas (sobre todo conociendo cómo fue la versión final) contar con un dock integrado para poder conectar un iPod nano. ¿Era una buena idea que se dejó pasar o un sinsentido que, afortunadamente, nunca fue?

Estamos hablando, como podéis ver, de un Mac mini‌ aparentemente idéntico a la primera generación del equipo que vio la luz allá por el 2005. Un Mac mini que sí resultaba en sí mismo una buena idea para introducir en el ecosistema de Apple a usuarios de PC que no quisieran desprenderse de sus periféricos y accesorios de calidad, como la pantalla, o no tuvieran el suficiente dinero como para optar por un iMac o un portátil.

Mac Mini Ipod Nano 2

Pero con los puertos y conexiones que ya poseía el Mac mini, ¿tenía sentido que tuviera integrado un dock para un iPod? Pues en mi opinión, no. Me explico: para empezar ese dock sólo tiene espacio para alojar a un iPod nano. Es decir, si tuvieras otro modelo no podrías utilizar el conector y uno se quedaría con esa sensación de que no lo va a utilizar. O sea, que si no tienes un iPod nano, vas a optar por la versión sin dock y conectar tu dispositivo a través de un cable USB que, además, ya venía de serie con cada nuevo iPod.

Imagino que ahí residiría la cancelación del proyecto en concreto, aunque no tanto de la idea de integrar un conector para iPod en otros productos, tanto de la propia compañía, como fue el caso de la gama de altavoces iPod Hi-Fi, como en modelos de otras marcas, que parecían añadir un punto más de sofisticación si en su diseño incluía un puerto para que colocásemos directamente el que era el reproductor MP3 que todos queríamos tener. Una moda que estaba destinada a desaparecer con la proliferación de la tecnología inalámbrica.

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