¿Merece la pena comprar un MacBook Air con chip M2 si ya tienes un M1?
Ahora que el nuevo MacBook Air con el procesador M2 ya está disponible en el mercado, nos hacemos la misma pregunta que en su momento hicimos con la aparición del último MacBook Pro: ¿Merece la pena que nos actualicemos al nuevo modelo si tenemos su predecesor con el chhip M1?
Y es que el nuevo portátil está suponiendo un auténtico terremoto en el mundo de los ordenadores portátiles y la cuenta atrás hasta su lanzamiento al mercado ha despertado más interés que otros en el sector. No cabe duda de que es un muy buen equipo, rediseñado por fuera y mejorado por dentro, pero ¿Lo es tanto como para sustituir a un modelo que apenas lleva un año y medio en el mercado?
Ese diseño exterior del que hablábamos es la primera diferencia que salta a la vista a la hora de comparar ambos equipos. El MacBook Air M1 fue el último exponente de una propuesta que en su día maravilló, con su forma de cuña capaz de caber en un sobre, como se encargó de dejar claro Steve Jobs el día de su presentación. Por su parte, el nuevo MacBook Air M2 adopta la tendencia de la gama de portátiles vigentes que inauguraron los últimos MacBook Pro, más plana y uniforme, más moderna.
También es más ligero, posee un teclado y un trackpad más generosos y además viene en un buen número de colores. Quizás todo eso no sea una diferencia clave, pero si te entra por los ojos, va a ser difícil que no quieras tenerlo…
La pantalla ya es otro cantar. El MacBook Air M2 equipa la última Liquid Retina display, es ligeramente mayor y con el notch propiciando más espacio todavía, la superficie en la que vamos a poder ver cosas parece aún más grande. Para un uso habitual, no supone una gran diferencia, pero si trabajamos con fotos y vídeos, ahí sí que se agradece bastante. Además, al ser más brillante, el M2 se ve mejor en exteriores.
¿Y el procesador? ¿Es tan diferente como para cambiar de portátil?
El chip M1 va camino de los dos años (en Noviembre los cumplirá) y está basado en el A14 Bionic, mientras que el reciente M2 se basa en el A15 Bionic de última generación. Ambos comparten núcleos en la CPU, pero el M2 tiene un par de núcleos gráficos adicionales y un rendimiento y eficiencia mejoradas. Vamos, que responde mejor ante cualquier necesidad que podamos tener. Es más rápido y consume menos.
¿Pero tanto como para marcar la diferencia? Pues como pasa con la pantalla, para un usuario «normal», no tanto, pero los más profesionales sí que lo van a notar cuanto más exigentes sean en su flujo de trabajo.
Si tenemos en cuenta que el MacBook Air M2 tiene también mejores conexiones y mejor batería y memoria, no dudamos que si el tema fuese cuál es mejor o cuál deberíamos comprar, la balanza se decantaría sin duda por el nuevo modelo, pero no es esa la cuestión, es si merece la pena actualizarnos o no. Y la verdad es que allá cada uno, pero el M1 es capaz de dar mucha guerra y si ya lo tenemos en nuestras manos, no nos va a defraudar, aunque su sustituto nos ponga (con razón) los dientes largos.
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