No esperemos grandes cambios para la nueva generación del iPhone SE
Si hacemos cuentas, este 2018 va a ser un año muy «cargadito», como se dice vulgarmente, para el iPhone. La actualización de la gama del iPhone X, incluyendo una supuesta versión Plus de 6,5 pulgadas y una revisión interna a fondo, la renovación de la línea LCD, con el rumoreado modelo de 6,1 pulgadas con tecnología heredada del actual iPhone estrella (como Face ID) suponen tres dispositivos nuevos de primer nivel, que no es poca cosa, ni siquiera para Apple.
Y quizás el perjudicado por esta estresante frontline va a ser el eterno tapado de la gama, el iPhone SE, cuya segunda generación, prevista para el segundo trimestre del año, no supondrá un gran avance como el resto de los iPhone, si no más bien una puesta al día.
Así lo cree al menos nuestro analista de cabecera, Ming-Chi Kuo, que recalca el desafío que supone, como os decíamos, lanzar tres modelos completamente nuevos en el mismo período de tiempo, algo que además Apple no ha hecho nunca antes, supone que quizás la compañía no cuente con los recursos necesarios para ofrecer un nivel de desarrollo al mismo nivel para el iPhone SE.
Con todos los esfuerzos centrados en esos nuevos iPhone, para evitar retrasos que afeasen el prestigio de la marca y afectasen además al posicionamiento en el mercado del dispositivo, Kuo apuesta a que el iPhone SE 2 no tendrá grandes cambios frente al modelo vigente.
Claro que contará con un procesador más rápido y potente, uno que resulte competitivo, no en vano el modelo se lanzó ya en Marzo de 2016, una cámara mejorada, algún toque estético menor y quizás una apuesta por un precio más rebajado todavía para no perder cuota de mercado ante la falta de novedades que ofrecer a los potenciales compradores, como Face ID o la carga inalámbrica, por ejemplo.
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