La policía de Los Angeles consigue hackear un iPhone 5s

La policía de Los Angeles consigue hackear un iPhone 5s

Escrito por: Carlos Villar    5 mayo 2016     2 minutos

La seguridad del iPhone ha pasado de ser tan incuestionable que parecía que no había otra manera de acceder a su contenido si no colaboraba en ello la propia Apple a, después del caso del terrorista de San Bernardino, ser más vulnerable de lo que quizás en Cupertino quieran reconocer.

Un caso más a sumar a esta última opinión es la noticia de que los investigadores del Departamento de Policía de la ciudad de Los Angeles han sido capaces de descubrir un método para desbloquear la contraseña de un iPhone 5s, algo que parecía algo imposible de realizar con las medidas de seguridad que incorpora el terminal.

En las declaraciones prestadas judicialmente, los detectives encargados del caso aseguraron haber contratado a un experto en ciencias forenses aplicadas a los teléfonos móviles, esas que los israelíes Cellebrite popularizaron precisamente en el caso del iPhone del atentado de San Bernardino, para conseguir desbloquear el iPhone 5s perteneciente a April Jace, asesinada presuntamente por su marido, el actor Michael Jace (The Shield), en 2014.

Michael Jace

Hasta ahora, los métodos empleados previamente por las agencias gubernamentales parecían funcionar solo en un rango determinado de modelos, todos anteriores al iPhone 5s, ya que las medidas de seguridad empleadas por este y las siguientes generaciones imposibilitaban el acceso no autorizado a los contenidos almacenados en un iPhone sin consentimiento de su usuario.

Pues ya no es imposible, aunque los investigadores no han dado a conocer el método empleado para desbloquear ni quién es ese experto que ha encontrado el fallo de seguridad para hacerlo, así como cuál era la versión de iOS que empleaba, pero está claro que existe una manera de acceder a los datos físicos en un iPhone por la fuerza que, pese a sus esfuerzos en mejorar la seguridad de sus dispositivos, Apple no ha conseguido solucionar.

Vía | Los Angeles Times


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