Hablar del iMac Pro es hablar de algo que se sale de las tablas. Estamos frente el Mac más potente de la historia, y claramente orientado al sector profesional para usuarios con necesidades de una elevadísima potencia de cálculo concentrada en una carcasa como la de un iMac.
En su interior encontramos gráficos avanzados Vega de ATI Radeon Pro 56 con 8GB de memoria HBM2, totalmente dedicadas, u opcionalmente Radeon Pro Vega 64 con 16 GB de memoria HBM2. Una potencia gráfica sobrada para que la pantalla Retina 5K con una resolución de 5120 x 2880 compatible con millones de colores, un brillo de 500 nits y una amplia gama cromática, luzca como ningún otro sobremesa del mercado. De serie lleva 32GB de RAM, con opción de configuración hasta 128GB, y un disco duro SSD de 1 TB con opción de hasta 4 TB. El corazón del Mac Pro es un microprocesador de 8 núcleos o hasta 18 según según configuración.
Dispone de conectividad inalámbrica Wifi y Bluetooth. Los conectores que incorpora de serie son 1 ranura de tarjetas SDXC, 4 USB 3.0, 4 Thunderbolt 3, y 1 Gigabit Ethernet con lo que la conectividad de pantallas en série y en paralelo, además de todos los periféricos ya accesorios necesarios, es casi ilimitada. Un sobremesa exclusivo requiere de periféricos exclusivos. Por eso, el iMac Pro viene de serie con un teclado inalámbrico Magic keyboard con teclado numérico, y un ratón Magic Mouse 2, ambos en gris espacial, como la carcasa del ordenador, que como todo Mac, viene equipado con macOS High Sierra