¿Puede la policía obligarte a desbloquear tu iPhone con Face ID?
Cuando pensamos en el Face ID de Apple, solemos entenderlo como un sistema de seguridad que ayuda a proteger mejor a nuestro iPhone de intrusos no deseados. Una medida incluso un paso más allá del ya de por si eficiente sensor de huellas Touch ID de las generaciones previas. Gracias a esta tecnología, podemos confiar en que nadie más que nosotros podrá acceder a nuestros datos personales.
¿Pero que pasa si somos sospechosos de algún delito? ¿Qué sucede si las pruebas potenciales están en nuestro smartphone? ¿Tiene derecho la policía a obligarnos a desbloquear el iPhone utilizando Face ID?
Pues al parecer sí que lo tiene y la primera prueba de ello no ha tardado en aparecer, como no podía ser de otra manera, en Estados Unidos. Allí, el pasado mes de Agosto, el FBI habría obligado a un sospechoso de Columbus, Ohio, acusado de abuso a menores a desbloquear su iPhone X usando la identificación de Face ID.
De esta manera, los agentes han podido acceder libremente al historial de navegación del sospechoso, así como a sus conversaciones, fotos y a todos los archivos de su dispositivo, relacionados o no con el caso que se investigaba. Esta acción demostró ser relevante, ya que se utilizó en el juicio para encausarle por posesión de pornografía infantil.
Pero también sienta un importante precedente al respecto. ¿Puede la policía obligarnos a desbloquear nuestro iPhone o atenta contra la defensa de nuestros derechos?
En Estados Unidos, por ejemplo, el derecho a no incriminarse a uno mismo está protegido explícitamente en la Quinta Enmienda de la Constitución, popular por películas y series (seguro que conocéis la frase «Me acojo a la Quinta Enmienda»), así que en principio podía considerarse como una acción ilegal forzar a alguien a desbloquear su dispositivo aunque se lo pida la policía.
Sin embargo, la ley también contempla una especie de atajo en el que no considera que sea lo mismo utilizar un sistema biométrico como Face ID o Touch ID que, por ejemplo, obligarte a introducir un código en el iPhone. Pero ya se sabe, la tecnología va siempre por delante de las leyes.
Parece que estamos de nuevo ante el eterno debate entre privacidad de uno frente a la seguridad de muchos que ya apareció en casos tan sonados como el del iPhone del terrorista de San Bernardino que enfrentó a Apple con el propio FBI o a la legitimidad del uso de tecnología como la de la máquina Grayshift.
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