¿Puede Reino Unido acabar con el iPhone tal y como lo conocemos?
Más allá de sus características técnicas o la perfecta interacción entre Hardware y Software, sin duda uno de los factores clave del éxito del iPhone ha sido su ecosistema. Y con ecosistema nos referimos sobre todo a las apps y al concepto que represenda la App Store: un tienda cerrada y supervisada por la propia Apple que garantiza la seguridad del usuario y el adecuado funcionamiento de cada aplicación, a cambio de una dependencia absoluta de la compañía.
Un modelo que ha sido cuestionado desde casi el principio por el resto de empresas, incluidos nombres como Epic Games, Google o la propia Microsoft y que ahora parece estar cuestioando también por el CMA (Competition and Markets Authority), el organismo encargado de velar por leyes de la competencia en Reino Unido. Parece que las formas de Cupertino no han sido del todo bien recibidas en Londres y la consecuencia podría acabar con el iPhone y el iPad, al menos tal y como los conocemos ahora.
Apple ha decidido ponerse la venda antes de recibir la herida y ha publicado una respuesta al CMA en forma de un documento de casi cincuenta páginas que se resumen bastante acertadamente diciendo que, según la compañía, a la hora de investigar el ecosistema de Apple se han obviado e ignorado las bases mismas del modelo y se han dado más relevancia a especulaciones, alegaciones insustanciales y a suspuestas hipótesis elaboradas por unos rivales que lo único que pretenden es beneficiarse económicamente ellos mismos a base de desestabilizar las fortalezas que han hecho lo que es del smartphone de la manzana.
En ese documento, Apple habla de que ceder a esas conclusiones supone tener que rediseñar por completo el concepto del iPhone en beneficio de unos pocos y en perjuicio de muchos más, como sus millones usuarios, que verían cómo se pone en peligro su seguridad y privacidad e incluso de la propia compañía, porque ese rediseño no sería ni sencilo, ni rápido ni, sobre todo, económico.
La idea que se propone es la de ofrecer alternativas a la App Store a la hora de poder descargar las aplicaciones para el iPhone y el iPad, como sucede con Android o, sin ir más lejos, con el Mac, aunque desde Cupertino siempre han dejado claro que son dos ecosistemas diferentes.
Más allá de la batalla ente opciones, sacamos dos cosas en claro: que cambiar el ecosistema del iPhone cambiaría radicalmente su propuesta que, en muchos casos (como el mío propio, por ejemplo) supuso curiosamente uno de los motivos para elegir la plataforma de la manzana por encima de Android.
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