La relación entre Apple y Nike, en el aire
No es que haya mal ambiente en la relación entre Apple y Nike; es que cada vez es más difícil justificar su relación.
Con el Apple Watch conquistando el terreno que antaño gobernada Nike+ puede que estemos cerca de un divorcio que probablemente no se haga oficial jamás. Aunque si; relojes aparte, hay algunos puntos que conviene recordar para entender que no todo ha sido un camino de rosas…
Apple siempre ha querido tener todo lo suyo bajo un mismo ecosistema. Por eso cuando en 2006 su propuesta fue aunar una pequeña pieza en una zapatilla de otros, sumado a un software con un hardware propio, y subir y comparar resultados en una web ajena (3 elementos diferentes que debían trabajar entre sí) a muchos les pareció cuanto menos, curioso. Pero funcionó bastante bien, hasta el punto de que salieron al mercado «plantillas» para adaptar la pieza a otras zapatillas que no fueran Nike.
La relación se mantuvo en pié a pesar de que Nike sacó su propia alternativa en 2008 sin que fuera necesario un iPhone o un iPod. Lo llamó Fuelband. Pero cuando el fabricante de zapatillas lanzó en 2012 la primera aplicación para Android, a Apple seguramente no le sentó nada bien. Además, otros fabricantes empezaban a lanzar sus propias alternativas, tanto de software como de hardware, dando pie a diversas joint-ventures la mayoría de las cuales no fructificaron. Lo que quedó claro es que el trono del tecnodeporte tenía muchos pretendientes.
Y el resto ya es historia. No son pocos los que apuntan que Apple ha aprendido mucho de Nike y que le ha abandonado cuando ya ha sabía lo suficiente. Pero tampoco sobran los que dicen que Nike sin Apple jamás habría lanzado su Fuelband. Sea como sea, lo más probable es que ambos hayan sacado partido de la relación y de hecho, el CEO de Apple Tim Cook sigue estando en el consejo de administración de Nike, así que puede que en el futuro veamos otra aventura conjunta de ambas empresas.
Vía | CultofMac
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