Sobrecalentamiento, fallos con las Smart Covers y baterías que no cargan, los primeros problemas del nuevo iPad

Hoy es el día en el que el nuevo iPad ha llegado por fin a España y si eres uno de los afortunados que ya te has hecho con uno o tienes pensado hacerlo, quizás te interese conocer los primeros problemas que los early adopters de los países donde el tablet desembarcó con anterioridad han encontrado y su explicación.

Ya hemos hablado del calentamiento que el nuevo iPad sufre en determinadas condiciones de uso y que supone del orden de unos 3 grados centígrados más, comparado con el iPad 2.

Si bien tener entre manos durante mucho tiempo un objeto metálico que supere los 30 grados se puede hacer bastante incómodo, desde Apple aseguran que esos rangos de temperatura son normales y se deben a las exigencias que requiere el nuevo procesador y no a un mal funcionamiento en sí del iPad, así que aunque haya sido uno de los puntos más comentados desde su descubrimiento, no es específicamente un fallo en sí mismo.

Cuestión de comodidad de uso, como tener mucho tiempo un portátil en el regazo.

Lo que sí que se puede considerar como un fallo, o al menos como un problema, es el hecho de que las famosas fundas Smart Cover aparecidas junto al modelo anterior, sean incompatibles con el modelo actual a la hora de activarlo o ponerlo en reposo si abrimos o cerramos la funda.

Al parecer se trataría de un fallo de polaridad magnética y afectaría únicamente a las primeras Smart Covers fabricadas.

Apple cambió su polaridad a lo largo del año pasado, a causa de las quejas de un grupo de usuarios que informaban que sus iPad entraban en reposo simplemente por situar la funda en la parte trasera del mismo, por lo que solo las unidades fabricadas con anterioridad al descubrimiento de ese problema, son las que ahora causan problemas de funcionamiento en el nuevo iPad.

Para completar esta Santísima Trinidad de fallos, parece ser que la batería del nuevo iPad no se podría cargar mientras se estén utilizando aplicaciones que exijan toda la potencia del dispositivo, aunque esté conectado a la corriente.

Efectivamente, cuando estas aplicaciones devoradoras de recursos (la mayoría juegos) están en funcionamiento, la batería continua gastándose como si no estuviera enchufada a la corriente. Esto se debería a que el iPad necesita toda su capacidad para mover esas aplicaciones y a la vez hacer funcionar su estupenda (y exigente también) pantalla Retina, por lo que simplemente la configuración desactivaría el proceso de cargar la batería, para sumarlo al de ejecución de la aplicación.

En The Next Web ven como possible solución la sustitución del actual cargador del iPad (de 10W) por uno más potente, como el del MacBook Air (de 45W), capaz de suministrar la energía necesaria para poder hacer amebas cosas a la vez.

Apple no se ha pronunciado más que sobre el primero de los problemas que tratamos aquí y no sabemos nada oficialmente del resto, pero intentaremos manteneros informados en cuanto aparezcan posibles soluciones o surjan nuevos fallos.

Y vosotros, compradores del nuevo iPad, ¿Habéis descubierto alguno nuevo?

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