Las tecnologías móviles avanzan a un ritmo vertiginoso, desbancando en algunas facetas a los sistemas habituales de sobremesa. Máxime cuando hablamos de aparatos que incluyen tecnología punta en un tamaño mínimo y cuando existen restricciones de consumo energético que nos obligan a recordar que deben funcionar un mínimo de horas con una batería finita.
Apple acaba de abrir las puertas para que los desarrolladores empiecen a enviar aplicaciones creadas en 64 bits y sacar todo el partido posible del procesador A7 del nuevo iPhone 5S.