Desde un principio, antes de su lanzamiento, se nos dijo que el Apple Watch iba a incluir numerosos sensores con los que medir y analizar un buen número de parámetros relacionados con nuestra salud y bienestar. Aunque actualmente estos sensores son muchos menos de los que nos prometieron, con las nuevas generaciones del Apple Watch esta situación podría cambiar.
Esta semana, la presencia del iPhone 8 no ha sido tan exhaustiva como lo ha sido las semanas anteriores. Es verdad que la próxima generación del smartphone de Apple sigue siendo el objetivo de la gran mayoría de los rumores del mundo de la manzana, no en vano va a ser el gran lanzamiento del año y la gran esperanza de la compañía para romper todos los records habidos y por haber, pero no es el único.
Decíamos el otro día que las ventas del Apple Watch no eran ninguna broma y que suponían una parte importante de los beneficios económicos de la compañía y los datos de los que os vamos a hablar a continuación no hacen si no confirmar esta afirmación.
Hasta hace no mucho nos decían que los smartwatches iban a ser cada día más comunes y que prácticamente todo el mundo iba a acabar llevando uno, como ocurre con los smartphones. La realidad es que, a día de hoy, el único que está teniendo éxito es el Apple Watch y limitado a un tipo de usuarios muy concreto.
Es ya un rumor ampliamente aceptado que la pantalla del próximo iPhone 8 no será LCD, como las que Apple ha empleado siempre, sino OLED. Hace algunas semanas ya nos hicimos eco de un informe que aseguraba que Apple habría comprado ya varios millones de paneles OLED a Samsung.
El sueño de muchos runners, o deportistas en general, es el poder a salir a correr únicamente con el Apple Watch y unos auriculares, dejándose el iPhone en casa. Esto es posible si únicamente se escucha música, pero a los amantes de los podcasts hasta hoy no les quedaba otra que llevar el iPhone en una de esas incómodas fijaciones para el brazo o con algún invento similar.