Para muchos, era un hecho más que probado que Steve Jobs y Bill Gates, probablemente los dos pilares fundamentales de la informática tal y como la conocemos actualmente, eran enemigos encarnizados que se odiaban a muerte. Dos poderosos dirigentes que, al más puro estilo de la guerra fría de los años 80, combatían el uno contra el otro para hacer triunfar su plataforma y hundir a la de su rival.