La pandemia del Coronavirus nos ha complicado la vida a prácticamente todo el mundo. Más allá del problema sanitario intrínseco, la economía de empresas y países se ha visto severamente afectado a lo largo de estos dos años y, aunque parece que realmente ahora sí estamos viendo ya la luz al final del túnel, tampoco deberíamos relajarnos antes de tiempo.
Tal y como ya hemos comentado en DescubreApple en más de una ocasión, las nuevas políticas de privacidad que Apple ha introducido en iOS 14.5 siguen acaparando titulares. De las protestas de Facebook por la transparencia en las apps a la queja de Europa acerca de la posible competencia desleal del ecosistema de la App Store, las nuevas reglas de la marca de la manzana no han dejado indiferentes a nadie.
Para no pecar de ingenuos, pero tampoco de sensacionalistas, vamos a decir que las condiciones de trabajo en la mayoría de las fábricas de China no es que sean precisamente las más idóneas. Por ejemplo la empresa Pegatron, probablemente el proveedor más conocido e importante de Apple en el gigante asiático podría perder su jugoso contrato con la marca de la manzana debido precisamente a este tipo de prácticas abusivas con sus empleados.
Comentábamos ayer mismo en DescubreApple que la compañía de la manzana reconocía que la crisis del Coronavirus y la situación de sus proveedores en China había afectado a la producción de sus dispositivos, especialmente en el caso del iPhone.
Llevamos ya casi desde que se conoció la existencia del brote especulando acerca de cómo el Coronavirus iba afectando paulatinamente a la producción de Apple, limitando desde la producción a la venta de los mismos en China y, en consecuencia, a nivel mundial.
De un tiempo a esta parte, Apple se ha erigido en una compañía que se esfuerza para convertirse en una referencia global de comportamiento ético, transparente, sostenible y social. Su compromiso con la igualdad de sus trabajadores en aspectos de raza, identidad sexual y religión o su compromiso con la sostenibilidad medioambiental son dos claros ejemplos de a lo que me estoy refiriendo, pero quizás ahora sea el momento de dar otro paso más en esa dirección.
Cuando la epidemia del Coronavirus empezó a hacerse viral (valga la redundancia), en DescubreApple nos fijamos precisamente en esa relación entre los virus informáticos que la compañía de la manzana siempre había presumido de saber mantener a raya fuera de sus productos y los virus reales, que sí parecían afectarles.
Cuando Apple empezó a dejar atrás su sistema de identificación biométrico Touch ID en favor del novedoso Face ID, prácticamente todos los quedamos fascinados. Si ya nos parecía de ciencia ficción desbloquear nuestro iPhone con la huella dactilar, qué decir de hacerlo simplemente mirando a la pantalla y dejando que reconociera nuestra cara.
Todavía hablaba ayer con una amiga del éxito que TikTok, la app dedicada a crear y compartir vídeos cortos, tiene entre el público más joven. Un éxito que ha hecho de ella la Red Social perfecta para ellos, que inundan Internet con sus pequeños sketches o sus improvisados loops musicales al grito de "¡Facebook es para viejos!".
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