El apabullante éxito que está experimentando Apple no solo trae consecuencias halagüeñas para la compañía y para quienes disfrutamos de sus productos. Los beneficios económicos para los primeros y unos productos mejores y más asequibles para los segundos tienen su contrapartida cuando la plataforma OS X empieza a llamar la atención de los desarrolladores de software malicioso, atraídos por un mercado en expansión.