El pasado mes de octubre, poco después de conocer que Apple iba a retirar los productos Bose de sus Apple Stores, se conoció que Fitbit podría correr la misma suerte en no mucho tiempo y todos sus productos podrían ser también retirados de la venta en las Apple Stores.
Cuando Apple presentó Health y la integración de todos los datos relacionados con nuestra salud y bienestar provenientes de aplicaciones de terceros mediante HealthKit, esto supuso un paso adelante en la tarea de mejorar nuestras vidas ayudándonos a controlar y fortalecer nuestra salud. Sin embargo, si nos paramos un momento a pensarlo descubriremos con cierto desasosiego que toda esta información puede tener también un uso completamente distinto, y no es otro que predecir la fecha de nuestra muerte.
La llegada del iPhone 6 y, sobre todo, de iOS 8 y sus novedades supone que Apple tiene que adaptar a dichas novedades el entorno en el que se moverán tanto el dispositivo como su Sistema Operativo y del que va a depender su éxito y su redundancia en los beneficios económicos derivados: la App Store.
Decíamos ayer que el último anuncio del iPhone 5s abría el camino al iWatch y a la integración directa de los accesorios de terceros con el smartphone de Apple y hoy vamos a ahondar un poco más en ese discurso, intentando explicados los planes de la manzana para eliminar las apps intermediarias entre sus dispositivos y los citados accesorios propios o de otras marcas.