Tras el gran ruido mediático de los primero días, ahora el famoso Bendgate parece ya algo del pasado. Apple aseguró que el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus habían sido diseñados para soportar el día a día, siendo lo suficientemente duradero como para aguantar varios años en nuestro bolsillo, siempre y cuando el uso que le demos sea el correcto.
Hasta este mismo año Apple siempre había hecho hincapié en lo importante que era para ellos la usabilidad a una sola mano del iPhone. Por ese motivo consideraban que el iPhone no debía tener una pantalla mayor de 4 pulgadas, ya que este tamaño permite llegar cómodamente a cualquier esquina de la pantalla usándolo con una sola mano.
Cuando por fin se dieron a conocer los nuevos iPhone 6 y iPhone 6 Plus, e incluso antes, cuando sus características eran aún solo un rumor, una de las afirmaciones que casi todo el mundo enarbolaba para predecir su éxito era que los nuevos tamaños de pantalla iban a atraer muchos usuarios de Android a la plataforma de Apple, siguiendo la tendencia de preferir smartphones cada vez de mayor tamaño.
La demanda del iPhone 6 y el iPhone 6 Plus sigue imparable, solo hay que fijarse en lo poco que duran los nuevos envios de iPhones que llegan a las Apple Store y cuyo stock desaparece de un día para otro. Por si alguno os lo perdísteis, hace unas semanas publiqué un artículo sobre una web que nos permite estar al tanto del stock de iPhones en las Apple Stores. Os recomiendo que le echéis un vistazo.
Recuerdo que hubo un tiempo en que las actualizaciones del antaño conocido como iPhone OS eran recibidas de maneras diferentes dependiendo del gadget que tuvieras. Si tenias un iPhone, alegría, como en todas las actualizaciones. Pero si tenías un iPod touch la primera reacción era quejarse porque estas actualizaciones eran de pago. Y esto no cambió durante bastante tiempo. De esta forma muchos dibujaron al usuario de primera y al usuario de segunda y, en medio, Apple, que no hacía nada para remediarlo.
La última generación de los smartphones de Apple han tenido más problemas de los que seguramente tanto el fabricante como los usuarios desearían haber experimentado. Tras los errores aparecidos en el lanzamiento de iOS 8, corazón de la gama, fueron los propios iPhone 6 y iPhone 6 Plus los que empezaron a presentar un problema que provocaba continuos reinicios e incluso bloqueos de los terminales.
El problema parece radicar en un componente de hardware: La memoria TLC NAND, que al ser más lenta que otros tipos de memoria, se pelea con el controlador de memoria dando como resultado el comportamiento erróneo del terminal. Hay que hacer especial hincapié en recordar que el fallo solamente se reproduce en los iPhone 6 Plus de 128Gb porque precisamente aquí es donde surge algo paradójico...