En los últimos días no se habla de otra cosa que no sea el tema de la base de datos de posiciones GPS que el iPhone guarda en su memoria. Desde el día que apareció el software que es capaz de interpretar estos datos el tema se ha salido de madre y Apple ha tenido que enviar una carta explicando la situación.
Menuda se montó cuando descubrimos que Apple, a través del iPhone, guardaba datos de localización del usuario por un tiempo de alrededor de un año. La blogosfera se ponía patas arribas cuando en realidad es una práctica que muchísimas empresas realizan, pero claro, cuando se critica a Apple se vende mucho más.