Una de las cosas más criticas de Apple es la falta de compatibilidad de sus ordenadores con dispositivos de otros fabricantes en algunos aspectos. Desde hace tiempo Apple utiliza en la mayoría de sus equipos conectores de vídeo que no están disponibles en todas las marcas y es necesario utilizar adaptadores para conectar los equipos con, por ejemplo, una pantalla.
Cuando Apple lanzó al mercado sus últimos MacBooks, decidió que era hora de crear un sistema propio de salida de vídeo para conectarlos a monitores externos. En ese momento Apple se decantó por el Mini Display Port, un puerto propietario de la compañía que liberó sin costo alguno para todos los fabricantes que quisieran hacer uso de él, una buena forma de intentar crear un nuevo estándar.
Seguro que para muchos lectores esta es una muy buena noticia y no debería ser para menos. Hasta ahora los usuarios de un nuevo equipo Mac que tuviese un puerto MiniDisplayPort no podría conectar su equipo a una de las televisiones de última generación disponibles en el mercado. La falta de un adaptador que permitiese esta conexión a través del puerto HDMI de la televisión era todo un problema, hasta ahora.
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