Uno de los rumores más persistentes sobre el próximo iPhone, el iPhone 8 o el iPhone del décimo aniversario, como prefiramos, es que prescindirá del botón Home tal y como lo conocemos y que llevará sus características y su usabilidad a la propia pantalla del dispositivo.
A principios de esta misma semana, se descubría que Apple habría presentado la solicitud de permiso de la FCC, la Comisión Federal de Comunicaciones, para la aprobación de un nuevo dispositivo inalámbrico del que no trascendían detalles sobre su aspecto, pero que podría poseer capacidades de comunicación NFC y sería de un tamaño parecido a la generación actual del Apple TV.
Ahora que parecía que las aguas estaban tranquilas y que todo lo que se hablaba de Apple giraría en torno al iPhone 7, el proceloso mundo de las patentes tecnológicas vuelven a hacer acto de presencia al conocerse la última decisión de la Justicia al respecto, en un auto que condena a la marca de la manzana a indemnizar con 22 millones de dólares (19,6 millones de Euros) por infringir patentes ajenas.
Vamos a dejar de lado por un momento los asuntos relacionados con los asuntos derivados del último cuarto fiscal de Apple para centrarnos en otros conceptos del ecosistema de la manzana. O quizás tampoco nos vamos a desviar tanto, ya que vamos a hablaros un poco de lo que puede acabar viniendo, y es en ese futuro incierto en el que en la manzana depositan muchas de sus esperanzas de recuperación.
A pesar de que Steve Jobs defendió en su día que el dedo era el mejor interfaz posible para sus dispositivos táctiles, era lógico que con el aumento de la superficie de pantalla que supuso el iPad Pro y la búsqueda de una mayor precisión en determinados usos acabase apareciendo una herramienta como el Apple Pencil.
La semana pasada, os contábamos como un fabricante chino había conseguido prohibir la venta del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus en la ciudad de Beijing, alegando la violación de patentes de su propiedad y que se podían ver en su smartphone Shenzhen Baili 100c.
China vuelve a ser esa incómoda piedra en el zapato para Apple y de nuevo a causa de las autoridades locales y sus particulares decisiones. En esta ocasión, la Oficina de Propiedad Intelectual de Beijing ha prohibido a la compañía vender el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus en la ciudad, acusándolos de violar unas patentes de diseño propiedad de una marca local.
La Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos ha publicado hoy una patente solicitada por Apple en Marzo del año pasado y que hace referencia a unos sensores de proximidad que, en combinación con una pantalla multitáctil, podría utilizarse para detectar y reaccionar a los anuncios flotantes.