De un tiempo a esta parte, con el pretexto de la seguridad común, del bien mayor, que se suele decir, se ha debatido hasta la saciedad si se debería sacrificar la privacidad en función de permitir al gobierno un control que redunde en la seguridad de la mayoría.
Apple siempre ha dejado bien claro su compromiso ineludible con la seguridad y la privacidad de sus usuarios, recordemos, por ejemplo, cuando aseguró ante un juez federal que la compañía era incapaz de acceder a los datos de un iPhone y que, aunque se pudiera hacer, tampoco lo haría si no le obligaba una autoridad legal lo suficientemente clara.
En España, cuando se dice eso de que no hay que mezclar churras con merinas, suele referirse a que no es buena idea mezclar en una misma frase dos conceptos que puedan llevar a un error, porque podemos correr el riesgo de que pensando que estamos haciendo una buena comparativa y al final estar metiendo la pata hasta el fondo. El dicho proviene de que si se mezclan la raza churra y la merina, que son dos tipos de ovejas muy diferentes (la primera por su carne y queso y la segunda por su lana) la cosa derivaría en una peor calidad de sus cualidades.
Ayer, Tim Cook celebraba el 60 cumpleaños del desaparecido Steve Jobs desde Berlín, donde se encontraba realizando una visita de representación en la capital alemana, que lo ha llevado de reunión en reunión, muestra de la importancia que Apple tiene en Europa.
Si sois usuarios habituales de la aplicación Mail para leer los correos electrónicos en OS X, debéis saber que hay que tener cuidado si se utiliza Spotlight para efectuar búsquedas en vuestros e-mails, ya que se ha descubierto un fallo de seguridad que dejaría al descubierto vuestros datos privados.