No salgo de mi asombro desde que he visto en acción (en un vídeo, de momento) a Liquipel. Se trata de un protector químico con varias características que lo hacen único. En primer lugar, es invisible a la vista y al tacto. Según dicen (y así se refleja en los vídeos de demostración) es imposible distinguir entre un iPhone tratado con este producto, y otro sin él. Eso sí, mientras que las salpicaduras pueden hacer daño a uno, y una inmersión, matarlo, el otro -el tratado- no sufrirá ningún daño y seguirá tan funcional como siempre. Habéis leído bien: con Liquipel, podéis sumergir vuestro iPhone en el agua sin temor a que nada le ocurra. Podéis verlo en el siguiente vídeo: