La mayoría de las veces que hablamos de que Apple ha comprado algo, solemos hacer referencia a una compañía. Una empresa, más o menos pequeña, destinada a cubrir un hueco en el organigrama de la manzana de una manera más rápida que si tuvieran que hacerlo desarrollando recursos propios. Hay varios ejemplos al respecto, pero valga como uno que se ajusta como un guante a esta teoría la adquisición de Beats, armazón esencial de lo que ahora es Apple Music.
No hace tanto, os informábamos del buen ritmo al que se estaba construyendo el nuevo Campus de Apple en Cupertino, con más de la mitad de los edificios ya listos y con la hoja de ruta para su inauguración en perfecto estado de revista.