Las noticias que rodean al Proyecto Titan, la denominación tras la que se esconde supuestamente el vehículo fabricado por Apple, siempre han sido un ir y venir de rumores alternando la práctica confirmación del mismo, como su cancelación o su derivación en el desarrollo de Software para coches autónomos de terceros.
Tim Cook insiste con su idea de desanimarnos acerca de la posibilidad de que Apple fabrique finalmente un vehículo eléctrico, asegurando que hay muchas cosas en las que se piensan que jamás pasan de ser precisamente eso, una idea de trabajo, pero que jamás pasan de eso, dejando caer que eso es lo que acabará siendo el coche made by Apple: un bonito rumor.
Vamos a tomarnos por un rato un descanso en el tema del enfrentamiento entre Apple y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos para hablar de otras cosas relacionadas con la manzana, como el coche eléctrico de fabricación propia, uno de los proyectos que más expectación creó en su día entre los seguidores de la marca de la manzana.
O bueno, igual tampoco tan secreto, si estamos hablando de ello, como pasa con el proyecto Titan.
Este señor que aparece en la foto, con aspecto de ser un divertido abuelete o un personaje del siglo XIX, es Dieter Zetsche, nada más y nada menos que el CEO del Grupo Daimler, el consorcio alemán dueño de marcas tan importantes como Mercedes-Benz.
No se cuántas veces lo habré dicho ya: Apple nunca para quieta. La compañía busca expandir su presencia abriendo nuevas tiendas por todo el mundo y también lo hace reforzando sus infraestructuras tecnológicas, pilar fundamental del éxito de los productos de la manzana.
Como en el juego del gato y el ratón, así me siento yo respecto al asunto de la entrada de Apple en el mundo de la industria del automóvil. Tan pronto parece que sí va a suceder, como sucede todo lo contrario, nada más hace falta que echar un vistazo acerca de la compra del dominio .car, y desde Cupertino guardan silencio, como era de esperar, por otra parte.
¿Os acordáis del Proyecto Titán? Era aquel proyecto supersecreto (en teoría) de Apple destinado a establecer las bases necesarias para desarrollar un vehículo autónomo y eléctrico de fabricación propia. Un proyecto que en su momento nos llamó poderosamente la atención, pero que el tiempo y la apabullante llegada del Apple Watch se han encargado de apartar de la primera línea durante todo este tiempo.