¿Y si el AirTag fuera el próximo gran éxito de Apple?
Lo, reconozco, con los AirTag me equivoqué. No es que no los viese venir, como me ocurrió por ejemplo con la idea del nuevo iPad Pro con procesador M1, pero me pilló por sorpresa que se hicieran realidad tan pronto. Incluso, para qué negarlo, que se hicieran realidad. (y punto) No daba un duro por ellos, que se dice vulgarmente y ya predije que probablemente me acabaría comiendo mi «predicción» con patatas.
Y así fue. De hecho estaba tan equivocado con el producto que de pensar que se trataba de un experimento con gaseosa como fue el primer Apple TV, ahora he pasado a estar convencido de que podría llegar a ser todo un éxito para la compañía.
Tal y como están ahora las cosas, los AirTag parece que simplemente son una especie de cascabel electrónico para saber donde están las cosas que no encontramos. Como aquel llavero de los 90 que silbabas y emitía sonidos para que localizases las llaves, pero mejor. Sin embargo, su potencial no es tan limitado y con el tiempo, puede incluso serlo mucho menos todavía.
La idea se me ocurrió leyendo un artículo en el que se hablaba de que alguien había diseñado una carcasa impresa en 3D para el Siri Remote original que permitía además alojar un AirTag para no volver a perderlo nunca gracias a la función Find My app.
¿Pero y si este concepto se expandiera del usuario particular al empresarial?
Un dispositivo así ofrecería la posibilidad de tener localizada en todo momento cada pieza de un inventario, desde una tienda a una galería de arte. Localizada, etiquetada y con la capacidad de ser rastreada de manera rápida, sencilla y eficiente si se extravía o, sobre todo, si alguien la roba. Y no saldría caro, además. De hecho podría ser parte de cualquier material sensible que se mueva de un lado a otro con asiduidad, como determinados artículos de las compañías. Y ni qué hablar de la parte lúdica, jugando a encontrar pistas (u objetos, o personas) en una suerte de Escape Rooms 2.0.
Y si el ecosistema tiene éxito y los desarrolladores se animan como hicieron con las apps para iOS, un AirTag puede ser aún más que una simple etiqueta localizadora y formar parte de un entorno de realidad aumentada en las tiendas o los museos, proporcionando información adicional muy interesante a los usuarios de un iPhone o un iPad.
Podemos estar ante un pequeño gran descubrimiento y, viniendo de Apple, no me extrañaría para nada que se acabase popularizando hasta alcanzar niveles astronómicos. A ver si esta vez no me equivoco en mis predicciones…
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